Hora de la paz: Colombia y las FARC sellan histórico alto el fuego

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, alias 'Timochenko', se dieron un apretón de manos en La Habana que selló el histórico acuerdo de cese del fuego bilateral y definitivo. Foto: AFP

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, alias 'Timochenko', se dieron un apretón de manos en La Habana que selló el histórico acuerdo de cese del fuego bilateral y definitivo. Foto: AFP

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, alias 'Timochenko', se dieron un apretón de manos en La Habana que selló el histórico acuerdo de cese del fuego bilateral y definitivo. Foto: AFP

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, alias 'Timochenko', se dieron este jueves 23 de junio del 2016 un apretón de manos en La Habana que selló el histórico acuerdo de cese del fuego bilateral y definitivo, un paso crucial hacia el fin del conflicto armado más antiguo de América

"Hoy es un día histórico para nuestro país. Después de 50 años de enfrentamiento hemos puesto un punto final al conflicto armado con las FARC. Lograr este acuerdo nos llena de fe y esperanza", afirmó Santos. "Que este sea el último día de la guerra", afirmó por su parte el jefe máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alias 'Timochenko'.

El guerrillero señaló que el acuerdo "no es una capitulación de la insurgencia, sino el producto de un diálogo serio por parte de dos fuerzas que se enfrentaron durante más de medio siglo, sin poder derrotarse ninguna a la otra".

Ambos quisieron dar la imagen de una paz sin vencedores ni vencidos y coincidieron en que comenzaba una etapa nueva en la historia de Colombia, donde las diferencias políticas debían manejarse por los cauces democráticos de las instituciones públicas.

"Nos llegó la hora de vivir sin guerra, de vivir en un país con paz, de vivir en un país con esperanzas", dijo Santos, quien recordó que los colombianos se acostumbraron durante décadas "al horror de la guerra".

Más de cinco décadas de conflicto armado colombiano han dejado un saldo en el país de 220.000 muertos, entre cinco y seis millones de desplazados y alrededor de 50.000 desaparecidos.

El punto del alto el fuego y la dejación de las armas era uno de los más tensos en la agenda de las negociaciones que se desarrollan en La Habana desde finales de 2012.

La guerrilla consideraba que entregar las armas al Ejército colombiano era una humillante rendición. Finalmente, las FARC entregarán las armas a un equipo coordinado por miembros de las Naciones Unidas en tres etapas y éstas serán fundidas para la elaboración de unos monumentos nacionales en recuerdo del conflicto y por la paz.

Ambas partes se comprometieron a elaborar una hoja de ruta para que a los 180 días después de la firma del acuerdo final haya concluido el abandono de las armas por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

La verificación de la dejación de las armas será realizada por un grupo de trabajo compuesto por ambas partes y también por observadores de las Naciones Unidas, principalmente formados por países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).

El acuerdo marca la creación de 23 zonas territoriales temporales y transitorias donde se concentrarán los guerrilleros desarmados y sin uniformes militares, para la fase de adaptación del alto el fuego y la preparación para el paso a la vida civil de los guerrilleros.

El Gobierno de Santos se comprometió a garantizar la lucha contra bandas criminales que amenacen la consecución de la paz y trabajar para "que nunca más se utilicen las armas en la política". 'Timochenko' confirmó que la guerrilla hará política, "pero por medios legales y pacíficos y con las mismas garantías que tienen el resto de las fuerzas políticas".

Un tema que quedó pendiente este jueves fue anunciar la fecha para la firma del acuerdo final. Esta semana Santos manifestó que esperaba que fuese cerca del 20 de julio, coincidiendo con el Día de la Independencia, pero el negociador gubernamental Humberto De la Calle prefirió no confirmar fechas y sí señaló que lo sucedido hoy en La Habana reflejaba que el mismo estaba muy cerca.

"El proceso de paz en Colombia no tiene vuelta atrás", aseguró el presidente cubano, Raúl Castro, y señaló satisfecho que "la paz será la victoria de toda Colombia pero también de toda nuestra América".

El histórico apretón de manos entre Santos y 'Timochenko' fue observado de cerca por varios presidentes latinoamericanos y la mayoría coincidió en la tradicional guayabera blanca como prenda protocolaria.

"Creo que es un gran paso para Colombia. Es un gran paso para la pacificación y la armonía que debe privar en América Latina", afirmó el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto.

El presidente dominicano, Danilo Medina participó en representación de la CELAC y también estuvo su homólogo salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, un veterano guerrillero del FMLN, quien en la década de los 90 protagonizó los acuerdos de paz de Chapultepec en 1992.

El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, también participó en la ceremonia celebrada bajo fuertes medidas de seguridad en un salón de protocolo del complejo "El laguito", situado al oeste de La Habana en una zona de residencias diplomáticas.

Estados Unidos y la Unión Europea estuvieron representados por sus enviados especiales en el proceso de paz, Bernie Aronson y Eamon Gilmore, respectivamente. Desde que comenzaron las negociaciones en La Habana a finales de 2012, ambas partes alcanzaron acuerdos en reforma agraria, lucha contra el narcotráfico, participación política de la guerrilla y la creación de una justicia especial para el conflicto.

El acuerdo final se firmará en Colombia, según anunció hoy el propio Santos, quien agradeció a los países garantes de los diálogos por ayudar a implementar las negociaciones de paz.

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