Santiago Zeas, corresponsal en Bogotá
El camino hacia la normalización de relaciones entre Ecuador y Colombia, rotas desde marzo de 2008 por el ataque a Angostura, finalmente parece despejarse.
El Gobierno colombiano calificó hoy como una “señal positiva” en el proceso de acercamiento bilateral la revocatoria de las órdenes de prisión al ex ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y al jefe de las FF.AA. colombianas, general Freddy Padilla.
No obstante, Colombia advirtió que el tema no está completamente superado. La razón: el proceso judicial a Santos y Padilla sigue abierto y las órdenes de arresto contra el general Óscar Naranjo, jefe de la Policía, y el general Mario Montoya, ex jefe del Ejército, siguen en firme. Los cuatro son investigados por la Justicia ecuatoriana por su participación en el ataque del 1 de marzo de 2008 a una base de las FARC en Angostura, en el que se violó la soberanía territorial ecuatoriana.
“Le damos la bienvenida, pero no olvidemos que el Juez no cerró el caso. Es una señal positiva pero las circunstancias prevalecen y tenemos que llegar a superar el caso”. Ese fue el pronunciamiento que formuló Gabriel Silva, ministro de Defensa, al comentar la decisión del juez tercero de Sucumbíos, Francisco Revelo, quien dejó sin efecto los pedidos de arresto para Santos y Padilla.
En el momento continúa el proceso por el ataque del 1 de marzo a Angostura. De hecho, el fiscal de Sucumbíos, Carlos Jiménez, anunció que seguirá con la recopilación de pruebas.
Si bien Colombia considera como un “paso importante” la revocatoria de las órdenes de prisión, ese no es el único asunto que aún impide la plena normalización de relaciones.
Los cancilleres Fander Falconí y Jaime Bermúdez se reunirán -en una fecha por determinar- para continuar con el análisis de los temas considerados “sensibles” por ambos países.
De manera oficial, Colombia todavía no ha dado respuesta a los de los requerimientos considerados como “innegociables” por Ecuador, para reabrir nexos. Entre ellos está que el Régimen de Bogotá entregue toda la información del ataque del 1 de marzo de 2008.
De igual manera, que realice la respectiva reparación por el bombardeo en suelo ecuatoriano, que dejó 26 muertos, entre ellos Raúl Reyes, ex número dos de las FARC, así como el ecuatoriano Franklin Aisalla, presunto cómplice de la guerrilla colombiana.