Redacción Política
Faltan siete días para que concluya la fase de impugnación a los 24 candidatos mejores puntuados del concurso para integrar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) y las críticas al proceso aumentan.
La inconformidad no solo proviene de los candidatos que se sienten perjudicados con sus calificaciones globales. Esta vez, son los veedores ciudadanos, que siguieron todo el concurso a lo largo de cinco meses, quienes encuentran varias inconsistencias a lo largo del proceso.
Dos impugnaciones
Hasta ayer, en el CNE se presentaron dos impugnaciones. Una en contra de los tres ex vocales del Consejo transitorio que integran la lista de los mejores puntuados. La otra impugnación es contra Linda Vidal Nazareno.
Los pedidos en mención son analizados por el departamento de Asesoría Jurídica del organismo electoral. Luego de su informe, el Pleno se pronunciará la próxima semana.
Amparo Cevallos es una de ellas. Dice que la fase que más irregularidades presenta es la de calificación y recalificación. “El 7 de enero se cumplió el plazo para la entrega de calificaciones, pero en ese día no se presentaron los resultados. Se hicieron públicos a la mañana siguiente”.
Cevallos asegura que en la sesión del 7 de enero, que duró hasta la 01:00 del día siguiente, se definió una lista con las calificaciones de los 347 aspirantes. Pero, se la rectificó en las primeras horas de la jornada posterior.
Algo similar ocurrió en las últimas horas del proceso de recalificación, hace 10 días. El ajetreo en los pasillos del Consejo Nacional Electoral (CNE) duró el fin de semana del 23 y 24 de enero, previo a la entrega de la lista definitiva. Se cotejaron los informes escritos con las calificaciones del sistema.
Walter Fernández, candidato al Consejo de Participación, asegura que se debería hacer una auditoría a todo el sistema para ver si hubo o no alteraciones. “Encuentro discrecionalidad y subjetividad en la asignación de los puntos de méritos; confío en que el proceso haya sido transparente”.
Los encargados de calificar las carpetas, en primera instancia, fueron los delegados de los cinco consejeros del CNE. Pero, en la etapa de recalificación, el análisis final de los expedientes volvió a los vocales de este organismo.
Según cálculos de Omar Simon, titular del CNE, las carpetas fueron analizadas hasta 10 veces para tener el listado de los mejores. De esta nómina provendrán los 14 vocales del nuevo Cpccs (siete titulares y siete suplentes).
En cuanto a los 124 pedidos de recalificación, el CNE aceptó la pertinencia de 76. Entre ellos a Hugo Arias, auspiciado por la organización Jubileo 2000, cercana al canciller Ricardo Patiño.
Arias obtuvo 67 puntos en el análisis inicial de las carpetas. No obstante, ingresó entre los cinco mejores hombres con 85,50 puntos. “No se justifica cómo alguien puede haber aumentado 18,50 puntos”, reclama la veedora Cevallos, quien entregó sus primeras observaciones a la Asamblea Nacional, hace dos semanas.
Con Cevallos coincide Édison Fierro, otro veedor. Según él, hay que investigar cómo un candidato, como es el caso de Arias, pudo subir tantos puntos. “Es incomprensible que pasen estas cosas si las personas que calificaron en primera instancia lo hicieron nuevamente en la recalificación”. Fierro acota que esta fase es la única de todo el proceso donde no ha habido absoluta transparencia.
José Trujillo, otro veedor, es más cauto. Para él, los problemas del proceso obedecen a una descoordinación. Al momento de fijar algunas sesiones del Pleno “nos cambiaron de horario y no podíamos ir”. Pese a estos detalles, este veedor opina que el concurso se desarrolló según la Constitución.
Christian Cruz, quien está dentro de los 12 postulantes hombres con mejor puntaje, también se queja de la calificación. “He evidenciado desaciertos, subjetividades y falencias que han permitido que, en mi caso, no me sumen 12,42 puntos en la recalificación de la carpeta de méritos”.
Cruz tiene documentación para evidenciar su queja. Por ejemplo, insiste en que la organización Fundación Juvenil Esperanza Ecuatoriana, que lo auspició, tiene territorialidad nacional y no “cantonal, parroquial y/o local”, como lo determinó el CNE.
El ex presidente del Consejo de Participación transitorio, Julián Guamán, expone juicios parecidos. “Me preocupa la forma en la que se desarrolló el proceso. El Reglamento del concurso determinó que las preguntas del examen debían ser objetivas pero hubo varias ambigüedades”. Guamán presentó, para esta nueva admisión, la misma carpeta de méritos del concurso anterior donde obtuvo 95,50 sobre 100. Pero, esta vez llegó a 75,50 en total.
Ante todas estas críticas, Simon dijo a este Diario que prefiere no hablar de casos puntuales.