El Consejo Nacional Electoral (CNE) espera el visto bueno del Ministerio de Finanzas para iniciar las contrataciones de los productos y servicios necesarios para las elecciones presidenciales del 2017.
Esto, en la práctica, implica que se asignen las partidas presupuestarias y se efectúen los desembolsos.
Juan Pablo Pozo, presidente del CNE, se ha reunido ya con Fausto Herrera, titular de la Cartera, para hablar sobre el tema. Según él, el presupuesto está garantizado.
La crisis económica y la emergencia nacional que se derivó del terremoto del 16 de abril pasado obligó a que se hicieran reajustes en el monto inicial programado. Bajó casi un 16%, a USD 110 734 145,24.
Pese a ello, hay voces que difieren con el nuevo monto aprobado. Fausto Camacho, exvocal del CNE de Transición, reconoce que el presupuesto electoral siempre ha sido exagerado y que aún con el último ajuste no deja de ser una cifra mayor.
Para Jorge Acosta, expresidente del extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE), uno de los problemas recurrentes en los presupuestos es que se priorizaban “las necesidades burocráticas, innecesarias, en los dos o tres últimos procesos”.
Los dos ejes principales del actual reajuste financiero se dieron en las áreas de informática y de personal en las delegaciones provinciales.
La primera bajó de USD 26 millones a 18,3 y la segunda de USD 36,8 millones a 30,2. Esto suma el 68% del monto total de la disminución, que fue de USD 20,83 millones.
La Dirección Nacional de Informática tuvo que retroceder en sus intenciones de actualizar los equipos y servidores. Lo que harán es repotenciarlos y, probablemente, aceptar la donación de escáneres por parte de Corea. Así, según las autoridades del CNE, no hará falta adquirirlos.
En otras áreas también se ha incrementado el trabajo para sus funcionarios. Hay tareas que ahora se efectúan con personal de planta, como por ejemplo la actualización de zonas electorales.
Está previsto que se reduzcan los períodos de contratación en provincias y se elimine la contratación extra para zonificación.
Camacho lamenta que la reducción, promocionada por el CNE, haya sido conservadora. Asegura que se puede disminuir mucho más el presupuesto. Por ejemplo, aumentar aún más los electores por mesa y mejorar la distribución de las juntas en los recintos.
Esto porque, según él, “no todas las personas se acercan a votar”.
Acosta también considera que no es necesario tener tanta gente “dando vueltas por ahí”, y que su única función es pasar o escanear papeles, que eso podrían hacerlo los mismos miembros de las juntas.
Pero el CNE se vio obligado a reducir precisamente el número de los coordinadores de mesas. Antes pretendían tener uno por cada dos mesas y ahora será uno por cada cuatro juntas.
Acosta y Camacho le dan la razón al titular del CNE en este sentido. Creen que estos recortes no afectarán el desarrollo de las elecciones ni la entrega de resultados. Ya que ambos consideran que no era necesario incurrir en esos gastos, en primera instancia.
Los consejeros Nubia Villacís y Mauricio Tayupanta incluso insistieron en la necesidad de seguir reduciendo los gastos. Villacís explicó que ciertas inversiones podían reducirse y pidió cotizaciones sobre algunos puntos, como los paquetes electorales.
En los que al final se hizo una reducción de unos USD 600 000.
El nuevo reajuste del presupuesto para las votaciones, visto por los gastos de la planta central y las delegaciones, muestra también cómo se orientó el recorte.
El monto para la matriz bajó de USD 76,9 a 63,7, mientras que el de las delegaciones provinciales subió de USD 4,9 a 5,4. Esto, porque las de Esmeraldas, Manabí, Santo Domingo y Guayas necesitan reparaciones y mantenimiento después del sismo.
Acosta y Camacho insisten en que no es necesario hacer gastos adicionales y que “con lo que tienen basta y sobra” para las elecciones.
En contexto
La caída de los precios del barril de petróleo y la emergencia nacional por el terremoto del 16 de abril, en Manabí, obligó a las entidades públicas a reducir sus gastos. El CNE se sumó al plan de austeridad y ha recortado casi un 16% el presupuesto electoral.