Los niños de Puerto Palma, en sus primeros clavados, antes del atardecer. Foto: El Comercio
Hay algo en común entre las poblaciones fronterizas de San Lorenzo en Ecuador y Puerto Palma en Colombia, ambas afectadas por el conflicto armado que se ha intensificado en las últimas semanas.
Pasadas las 17:00, los niños de ambos poblados salen para entretenerse en el papel de clavadistas, como si fueran expertos deportistas olímpicos.
Los menores de edad de San Lorenzo, ubicado a pocos kilómetros de la frontera con Colombia, dieron un nuevo uso a su antigua línea férrea. Desde sus pilares ensayan una serie de acrobacias que aprendieron de forma espontánea.
En Puerto Palma, caserío colombiano que queda a una hora de distancia en lancha, hacen lo mismo pero utilizan un pequeño espacio de su muelle.
La actividad culmina a las 18:00, cuando los niños se retiran a sus casas para hacer sus tareas escolares.
Clavados de alegría
‘La mortal’, o lanzamiento de espaldas, practicado desde la antigua línea férrea de San Lorenzo. Foto: El Comercio
El clavadista más inexperto del grupo en San Lorenzo no se arriesga a hacer acrobacias. Foto: El Comercio
Un niño de Puerto Palma ensaya varias piruetas antes de ingresar al río Mataje. Foto: El Comercio
Dos clavadistas ensayan movimientos sincronizados desde el muelle de San Lorenzo. Foto: El Comercio
Lanzamiento de espaldas en San Lorenzo, cerca de la zona más comercial del muelle. Foto: El Comercio
Joven clavadista de San Lorenzo realiza un remolino en vertical, antes de caer al agua. Foto: El Comercio