Redacción Guayaquil
La lluvia acompañó a los estudiantes en su primer día de clases en Guayaquil. Con paraguas y chompas, niños y adolescentes retomaron su rutina ayer.
En las calles, el movimiento comenzó antes de las 06:00. Los buses escolares recorrieron las principales avenidas. Y en las veredas aledañas a los planteles los alumnos aceleraban el paso para no mojar sus uniformes.
Celia Pin se despidió de su hija, Lissette Naula, en la puerta principal del Colegio Rita Lecumberri, ubicado en el centro. Ahí, la joven de 16 años se reencontró con sus compañeras de curso.
Algunos estudiantes llegaron empapados al Colegio Vicente Rocafuerte. En el salón de actos del plantel, la rectora Carmen López dio la bienvenida a los chicos de sexto curso.
En tanto, en algunas escuelas fiscales la jornada estuvo marcada por los problemas causados por la infraestructura. Esquivando los charcos de agua, la pequeña Tania Murillo ingresó al salón de tercero de básica en la Escuela Víctor Emilio Estrada.
Una cerca de planchas de zinc delimita el patio del establecimiento. Debajo de los portales, los niños miraban los fierros retorcidos, las fundas de cemento y los bloques que cubren el área donde antes estaban sus aulas.
El plantel entra en el convenio de remodelación escolar entre el Ministerio de Educación y la Universidad de Guayaquil. Su directora, Celeste Ladinez, explicó que la obra concluirá en mayo. Hasta entonces, los 300 alumnos serán distribuidos en los pocos salones disponibles, ya que no logró alquilar otro local.
Gladys Proaño guió a su nieta Diana hasta la clase de cuarto de básica. A ella le preocupaba que el área de construcción estuviera a un costado de su aula de clases.
En la Escuela Olga Aguirre Torres, Suburbio de Guayaquil, padres y niños encontraron las puertas cerradas. A través de una rendija observaron los escombros de los salones, que fueron demolidos para su reconstrucción.
En la pared, un cartel anunciaba que las clases se dictarán en la Escuela Alicia Arévalo, aledaña al local. Lo que más incomodó a los padres de familia fue el cambio de horario. La escuela es matutina, pero las clases serán de 13:00 a 18:00.
La subsecretaria de Educación del Litoral, Mónica Franco, señaló, por su parte, que las molestias son leves y que el 95% de los locales escolares de Guayaquil ha sido reparado.
Para demostrarlo, inauguró el nuevo año en la Escuela República de Panamá, en Sauces I (norte). Las paredes recién pintadas de verde y los pupitres de colores recibieron a los 500 alumnos.
Carlos Hernández, representante de la Unidad de Vinculación con la Comunidad de la U. de Guayaquil, ejecutora de los trabajos, explicó que 47 locales aún son intervenidos y que estarán listos hasta el 28 de mayo.
El inicio del año escolar en la Costa coincidió con la salida de Raúl Vallejo del Ministerio, que ahora estará a cargo de Gloria Vidal. Franco recalcó que el traspaso no implicará cambios de funcionarios ni del modelo educativo que aplica el Gobierno.
Los reclamos
El Unión Nacional de Educadores de Guayas anunció una movilización para protestar por la falta de mobiliario, según explicó William Pazmiño, presidente del gremio.
Como respuesta, la Subsecretaría de Educación respondió que hasta fines de abril entregarán 20 000 kits de mobiliarios para las escuelas fiscales.
El arreglo de los locales de la zona rural de Daule y Guayaquil es parte del plan para este año.