Un ciudadano francés que fue encarcelado sin causa vuelve a Ecuador a colaborar con la Justicia

Daniel Tibi volvió a Ecuador para colaborar con el sistema judicial en el proceso que busca sancionar a los responsables de la penuria que vivió durante dos años y cuatro meses en la prisión. Foto: AFP

Daniel Tibi volvió a Ecuador para colaborar con el sistema judicial en el proceso que busca sancionar a los responsables de la penuria que vivió durante dos años y cuatro meses en la prisión. Foto: AFP

Daniel Tibi volvió a Ecuador para colaborar con el sistema judicial en el proceso que busca sancionar a los responsables de la penuria que vivió durante dos años y cuatro meses en la prisión. Foto: AFP

Sin rencor y sin olvidar, el francés Daniel Tibi regresó el martes 17 de julio del 2018 a Ecuador, donde en 1995 fue detenido arbitrariamente, torturado y encarcelado sin causa, en un caso considerado emblemático para la Justicia interamericana.

Tibi, de 59 años, volvió para colaborar con el sistema judicial ecuatoriano con el objetivo de sancionar a los responsables de la penuria que vivió durante dos años y cuatro meses en la prisión más peligrosa del país, hasta ser liberado en enero de 1998.

La investigación, a cargo de la Fiscalía, es parte de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), que en 2004 condenó al Estado ecuatoriano por violaciones a los derechos humanos de Tibi, quien al momento de su captura se dedicada al comercio de piedras preciosas.

“No tengo ningún rencor”, dijo el francés, quien en setiembre de 1995 fue arrestado sin motivo por dos agentes ecuatorianos de Interpol en Quito, donde tenía su residencia desde hacía varios años.

Tibi, que según dijo poseía una visa diplomática por haber colaborado con la Embajada de su país en Quito, fue trasladado tras su detención al puerto de Guayaquil (suroeste), en cuya prisión vivió un “infierno”. Se lo acusó por supuesto narcotráfico, algo que la Justicia no pudo comprobar.

“Todavía estoy afectado por lo que sufrí”, mencionó Tibi, y manifestó que los autores de los “actos de barbaridad” que enfrentó “todavía no han sido juzgados ni sancionados ” .

Desde la condena de la Corte IDH, “han transcurrido 14 años sin que se hayan establecido responsabilidades contra ninguno de los autores de las violaciones, incluyendo policías, jueces, fiscales o médicos involucrados”, señaló la ONG Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil).

Autor del libro en francés '900 días, 900 noches e el infierno de una prisión ecuatoriana', Tibi manifestó que “nunca se olvida, pero se perdona”. “Perdoné a todos”, dijo, sin haber recibido disculpas.

Cuando fue arrestado, Tibi llevaba un lote de piedras preciosas valuado en un millón de francos, la moneda de Francia en aquel momento. “Nunca (los) recuperé”, indicó. “Perdí todo” lo que tenía en Ecuador, como dinero en bancos y terrenos, añadió.

El caso estableció un precedente judicial interamericano sobre reparaciones de los Estados para presos víctimas de tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes, de acuerdo con el Cejil.

La organización, junto a la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad Católica de Ecuador, representa a Tibi desde 2001.

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