Los conductores de vehículos livianos optaron por tomar la carretera Calacalí – La Independencia para llegar al norte de Quito.
En cambio los choferes de vehículos pesados decidieron pernoctar la noche del domingo hasta que se anuncie la reapertura del tránsito. Uno de ellos fue Pablo García.
Este conductor llegó a las 00:30 del lunes hasta el sector del KFC en la vía a Quito. Solo pudo retomar su destino a Sangolquí en Pichincha a las 10:45. Él transportaba producto para la cadena Supermaxi. Otro conductor que retomó su trayecto fue Víctor Poaquiza. Él y su copiloto, Patricio Tapia transportaban un contenedor de cerveza. “No dormimos toda la noche pensando que abrirían la carretera”. Ellos se quejaron de la falta de información sobre el cierre de las vía y los derrumbos.
Quien tampoco concilió el sueño fue Guillermo Ruiz. “Hay que dormir con el un ojo abierto, porque caso contrario nos roban hasta las llantas”, contó este usuario que conduce un trailer con capacidad para 20 toneladas.