Redacción Quito
La actividad comercial en el mercado de San Roque no descansa a pesar del cierre de los túneles. Decenas de comerciantes se instalan desde las 05:30 de los sábados para iniciar la venta de frutas, legumbres, mariscos, ropa, zapatos, muebles…
En la calle 24 de Mayo se encuentra la entrada al centro comercial de San Roque, en donde se comercializan artículos de todo tipo, nuevos y usados en todos los precios. Los graderíos de la entrada principal suelen llenarse de clientes que acuden en busca de precios económicos.
Eulalia Benavides vive en Toctiuco. Va al menos una vez al mes a comprar en San Roque ropa para sus hijos. Según ella, llegar al sitio es más complicado por el cierre de los túneles, pero prefiere ir a comprar allí que en otro sitio, sobre todo por el costo. Alrededor de su cintura llevaba, el sábado, un canguro que cuidaba para evitar que le robaran. Así recorrió los pasillos llenos de vendedores. Eran las 09:30. Se midió un par de zapatos que compró por USD 10 y salió del centro comercial en dirección al mercado, en la calle Loja.
Allí también las ventas son permanentes. Las carpas de las vendedoras llenaban la calzada, con lo cual dejaban un espacio reducido para los usuarios. A pesar de ello, Ulises Díaz no se incomodaba. Con zapatos deportivos, un calentador y dos bolsas de plástico realizaba las compras de la semana para su familia que vive en La Primavera, en el centro-norte. Cada sábado asiste en compañía de su esposa o alguno de sus hijos.
Una de sus vendedoras es Magdalena Taipe. Allí Díaz compra todas las verduras y algunas frutas para su hogar. Mientras escogía los tomates frescos, Taipe dijo que las ventas no han decaído desde que cerraron los túneles. “Las personas llegan sin problema, aunque es un poco molestoso porque les toca caminar por las piedras y esperar allí el bus”.
Díaz llegó al mercado en transporte público, desde la avenida Mariscal Sucre y Humberto Albornoz. Las pequeñas piedras en la calzada le incomodaron un poco al caminar pero subió por toda la calle Loja hasta llegar a un local de mariscos en la calle Cumandá. “Me gusta comprar aquí los mariscos, no son muy costosos, hay variedad y no descuidan el aseo”.
Esa vía y las aledañas al mercado, como la Ambato, estaban llenas de vehículos livianos. La mayoría subía por la 24 de Mayo y se estacionaba en las afueras del centro comercial. Alrededor de 200 vehículos permanecieron aparcados allí hasta las 12:00 del pasado sábado.
Las tiendas de abarrotes no lucían tan llenas. Para Irma Mina, una de las vendedoras, eso se debe a que ya no había sitios para estacionar los autos, pues la mayoría de gente llega para comprar quintales de granos. Aunque para ella las ventas tampoco fueron bajas.
Las vías aledañas
Las calles aledañas al mercado de San Roque no lucen tan llenas. Pero en la calle Ambato se encuentran materiales plásticos y herramientas.
Ayer, la circulación por la avenida Mariscal Sucre no tuvo mayores complicaciones. Sin embargo, la situación fue diferente en el Centro Histórico, debido al cierre de varias vías por el ciclopaseo.