Redacción Política
El tira y afloja por el proyecto de ley de Comunicación se caldeó. El martes pasado, las fuerzas políticas de la Asamblea llegaron a ocho acuerdos para impulsar ese cuerpo legal. Sin embargo, la oposición exteriorizó sus reparos.
Los representantes de Sociedad Patriótica, Prian, Madera de Guerrero y Concertación Nacional (ver breves) piden más limitaciones a las facultades del Consejo de Comunicación.
57 miembros
tiene la bancada de Alianza País, que es el grupo mayoritario dentro de la Asamblea.Específicamente que este organismo no pueda suspender a un medio de comunicación. De ese polémico tema depende la adhesión opositora al acta de compromiso que se elaboró junto con el oficialismo, el martes último.
El Consejo de Comunicación es el punto central del proyecto de ley elaborado por la Comisión ocasional de la Asamblea. Su creación fue avalada únicamente por los seis delegados de A. País.
Según la propuesta, este organismo tiene la capacidad de regular el sistema de comunicación e imponer sanciones administrativas a los medios. Entre ellas constan la amonestación, la suspensión y la clausura definitiva.
El Consejo -según el documento- se conformará por seis miembros: dos representantes del Ejecutivo, uno de las universidades y tres de la sociedad, escogidos mediante un concurso público por el Consejo de Participación.
Sin embargo, su conformación y sus facultades abrieron la puerta a las críticas desde diversos sectores. Organismos como Naciones Unidas, la OEA y la Unesco insisten en que el Consejo, tal como está definido, puede violentar las libertades de expresión, de prensa y de información, generándose una censura. Estos cuestionamientos y otros que nacieron en el interior del oficialismo dieron paso a una reunión de todas las fuerzas de la Asamblea, para no estancar el debate del cuerpo legal. El encuentro fue el martes: 20 legisladores (11 integrantes de la comisión que redactó el proyecto y 9 delegados de movimientos políticos) llegaron a un acuerdo inicial de ocho puntos.
A través de él, se determina que el ámbito de la ley se desarrolle con base en las normas constitucionales y los tratados internacionales. Además, que se garantice la libertad de expresión, sin censura previa y con responsabilidad ulterior, conforme lo establece la Convención Americana de DD.HH. Asimismo, que la ley regule a los medios públicos, privados y comunitarios, y que se desarrolle una norma sobre los conceptos de monopolio y oligopolio de medios.
De los ocho temas, el que más polémica y confrontación genera es el Consejo de Comunicación. Por lo pronto, A. País aceptó que sus integrantes vengan de la sociedad civil, para garantizar su independencia del Gobierno.
En el encuentro del martes se admitió la necesidad de que el Consejo sea “autónomo e independiente del Gobierno y de poderes fácticos”. Y que sus funciones garanticen los derechos ciudadanos y fortalezcan la comunicación. En esa línea, el Consejo tendrá facultades de regulación administrativa, pero no podrá clausurar medios.
En este punto, la oposición pidió que en el acta se especifique que el Consejo tampoco podrá suspender a un medio. Pero en la bancada de Alianza País hay voces que piden reflexionar sobre este último pedido. Por ejemplo, Irina Cabezas considera que el Consejo sí puede tener la atribución de suspender a un medio, cuando haya cometido una falta grave. Su coideario, Mauro Andino, coincide.
El grupo de ADE tiene una posición menos drástica. Esta bancada le apuesta a la suspensión de un programa determinado y no a toda la empresa, por el daño a todos sus empleados. En todo caso, Pachakutik cree que eso podría discutirse en el segundo debate.
Pese a las contradicciones, el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, aspira a que hoy se oficialice el acuerdo. Su papel ha sido clave dentro de la negociación, pues desde la semana pasada impulsó una cita entre los jefes de bancada y la Comisión.
“Queremos tener la mejor Ley de Comunicación. Ojalá que se pueda votar en su momento con gran consenso político, pero además con gran consenso social”. La reunión con todas las bancadas está prevista para las 08:00.
Algunos de los representantes del acuerdo
Fausto Cobo. Sociedad Patriótica, con 19 asambleístas
Nosotros no firmaremos el acta si no llegamos a un acuerdo para cambiar el corazón del proyecto de Ley, que es el Consejo de Comunicación. No estamos de acuerdo con que pueda suspender un medio de comunicación, si ese punto no se cambia no firmaremos el acuerdo. Hay que tomar en cuenta que esa facultad, incluso, se contrapone con otro de los puntos del consenso. Específicamente, hablamos de que la comunicación no será censurada, pero pudiéramos caer en ese peligro. Nosotros ya cedimos con el archivo del proyecto; aceptamos que el Consejo tenga otras facultades regulatorias, pero si se va a suspender o cancelar un medio que sea por la vía legal, en los organismos judiciales.
Alfredo Ortiz. ADE, con 10 asambleístas
Nuestro movimiento firmará el acta de compromiso si se tratan los temas que quedaron pendientes, como el de la profesionalización, el registro de medios y que el Consejo no pueda cerrar ningún medio. El Consejo debe regular las políticas de comunicación y a los medios. Su facultad máxima debería suspender programas que afecten o dañen al público; pero no suspender un medio. Si se incluyen esos temas nosotros apoyaremos.
Si todos los bloques suscribimos hoy el acuerdo, el primer debate debe ser inmediato para que se recojan las observaciones que se han concretado y para que tengamos un tiempo suficiente para socializar la Ley con todos los actores sociales.
Cynthia Viteri. Madera de Guerrero,con 7 asambleístas
La suspensión de los medios es el punto central del acuerdo; si no se trata ese punto y se lo reforma no se firmará el acto. El acuerdo entre las fuerzas políticas es global, no es parcial. No podemos dejar que un tema como la suspensión de los medios sea dejado para el segundo debate. En ese momento podemos discutir todo lo demás. El Consejo se debe dedicar a temas administrativos sobre la programación y horario en la televisión. También a aspectos técnicos y, sobre todo, debe impulsar la acción positiva, que quiere decir que todos tengan acceso a la comunicación. Nosotros planteamos que el Consejo no pueda sancionar a ningún medio, que se deje esa potestad a la justicia ordinaria.
Luis Morales. Prian,con 7 asambleístas
El Prian va a la reunión con claridad y con la consigna que de se mantenga la independencia total de la prensa en beneficio del pueblo ecuatoriano. Esto quiere decir que no haya censura previa y que un órgano administrativo, aunque sea determinado por la ley, no pueda suspender o clausurar un medio. Adicionalmente, aspiramos que el Consejo de Comunicación sea conformado por personas que tengan absoluta independencia del Ejecutivo, del Legislativo, de los poderes del Estado y de los partidos políticos. En la Comisión de Participación y Control Ciudadano también incluimos dentro de la ley un artículo para que se respete la libertad de expresión.
Lourdes Tibán. Pachakutik, con 5 asambleístas
Hay un avance del 90% en el acuerdo, los temas pendientes pueden discutirse en el segundo debate. El martes no se pudo sellar el acuerdo porque se pidió que se incluya que el Consejo no podrá suspender un medio. Todos deberíamos hacer un esfuerzo por avanzar, tenemos 45 días en el segundo debate para discutir esos temas. Para mí es mucho más grave que el Presidente vete la Ley, seríamos burlados todos. No sé cómo lo está tomando el Ejecutivo. Eso es más grave. Entonces, el siguiente camino es conocer si el Ejecutivo va a respetar los acuerdos. Temas como la profesionalización todavía nos faltan discutir, pero serán incluidos.
César Montúfar. PRE, con 1 asambleísta
A pesar de los avances que se dieron en el debate realizado el martes, no se llegó a ningún acuerdo en un tema fundamental, crítico, el más importante del proyecto de ley que es la creación de un órgano, cualquiera que sea este, con la capacidad para cerrar un medio de comunicación, por una vía administrativa. El tema del Consejo de Comunicación es el corazón del proyecto de ley. Desde nuestra perspectiva, si no llegamos a ponernos de acuerdo sobre la capacidad para suspender un medio, no hay la posibilidad de un acuerdo. Porque el corazón, que es este organismo, permitiría que se ponga una mordaza a la prensa ecuatoriana.