Un expero realiza un examen de valoración en el caso de una agresión física. Foto: EL COMERCIO
En cuatro de las áreas del Centro de Ciencias Forenses de la Fiscalía la mayor cantidad de análisis son por seis delitos. En esta área estratégica para el esclarecimiento de casos judiciales, los hechos de violación, droga, tránsito, muertes violentas, agresiones sexuales y de minería ilegal están en la agenda de los especialistas.
Según la Policía, estos delitos están entre los más comunes en Santo Domingo de los Tsáchilas, en el occidente del Ecuador.
En el 2012 se reportaron 2 653 delitos y en el 2013 fueron
2 980. Hasta junio de este año los casos llegaron a los 1 412.
En el centro forense de la provincia tsáchila se practican necropsias, análisis de laboratorio químico, histopatología y radiologías. Lo mismo hacen los otros centros de este tipo que hay en Ambato y Manta. Entre el 2013 y el 2014 se han realizado 851 autopsias y 1 776 peritajes.
Los resultados de estos estudios son pruebas claves para los fiscales, pues les permiten sustentar una acusación o descartar la presunción de delitos, dice el responsable del centro de Ciencias Forenses de Santo Domingo, Roberto Gutiérrez.
Pero los expertos que trabajan ahí aclaran que sus análisis no juzgan a un sospechoso, solo son herramientas para que un juez las valore y tome decisiones que podrían devenir en un juicio.
En el laboratorio de química, las pruebas de alcoholemia, análisis de sangre, materiales explosivos y de droga se hacen en equipos de alta tecnología. El tipo de alcaloides por ejemplo se determina en tres aparatos diferentes, pero el más sofisticado es el de espectrometría de infrarroja.
Este tiene una base de datos de las variedades de drogas y permite establecer con exactitud si se trata de cocaína, pasta base, marihuana… la diferencia de las pruebas de campo que hace la Policía durante los operativos es que los equipos son digitalizados y tienen mínimos márgenes de error.
Los fiscales también se apoyan en los análisis de esta área para casos de minería ilegal.
En un suceso de agosto pasado se estableció que las municiones usadas para extraer el oro de una mina en la provincia tsáchila era la nitroglicerina que es el resultado de la dinamita con tierra.
Ese sustento permitió declarar la prisión preventiva contra cuatro personas que ahora son investigadas por supuesta minería ilegal.
La laboratorista Jackeline Noboa señala que en un día se atienden hasta siete casos de alcoholemia (por accidentes de tránsito) y diez casos de drogas. Cada prueba se entrega a los fiscales en menos de 15 minutos.
Es el mismo tiempo que toma hacer una prueba de búsqueda de la proteína P30 o líquido seminal en los casos de agresiones sexuales.
Estas en cambio se examinan en el área de biología. Ahí hay microscopios, reactivos y aparatos sofisticados para valorar las pruebas obtenidas en las víctimas.
La auxiliar Paola Zambrano señala que los análisis de sangre humana para determinar indicios de una muerte violenta se toman principalmente de alguna prenda de vestir.
Además se fundamentan en la comparación de fibras y cabellos. Así se podrían tener pistas de los sospechosos de un crimen. Los casos más comunes que se practican son los de agresión sexual. En una semana se presentan entre cinco y diez casos entre flagrantes y no flagrantes.
Las pericias en radiología a los cadáveres es otro de los soportes que tienen los fiscales que acuden al Centro de Ciencias Forenses.
El equipo que permite por ejemplo hallar un proyectil dentro de un cuerpo es el digitalizador de imágenes. Este facilita una mejor impresión de las radiografías gracias a las opciones de alta resolución y calidad, señala el radiólogo Polo Bravo.
El trabajo de este equipo permite localizar con más precisión el lugar donde se alojó un proyectil. A su vez facilita el trabajo en la necropsia ya que el médico legisla sabrá donde hacer la incisión para extraer la bala o un objeto.
“Antes el cuerpo se maltrataba mucho. Se hacían búsquedas por todos lados y eso desfiguraba el cadáver. Ahora es más preciso el trabajo”, indica Bravo. Precisamente el área que este especialista dirige es la base de apoyo para el cuarto de los no contaminados donde se hacen las necropsias.
En el sitio se encuentra un equipo móvil de rayos X portátil con capacidad de girar en un radio de 90 grados, como para obtener radiografías laterales de la columna cráneo y pelvis simultáneamente.
La diferencia con los aparatos de rayos X convencionales es que son fijos, trabajan a bases de placas, los resultados toman tiempo y son costosos.
Pero en el Centro de Ciencias Forenses las radiografías a los cadáveres se obtienen en 20 minutos y son gratuitas para los familiares de las víctimas. En un mediodía se pueden realizar 12 análisis de radiografías. Además en menos de media hora se ejecutan las autopsias, según la Fiscalía.
El responsable del centro de Ciencias Forenses de Santo Domingo, Roberto Gutiérrez, dice que el lugar ha sido clave para esclarecer casos de conmoción social.
Como por ejemplo el del asesinato en mayo pasado contra el alcalde de Muisne Walker Vera. En este centro forense determinaron que fueron dos balas de 9mm las que habrían acabado con la vida del Burgomaestre. En la actualidad el centro de Ciencias Forenses de Santo Domingo presta sus servicios para Esmeraldas, El Carmen y La Concordia.
Según la Fiscalía, en el momento está en marcha la construcción de nuevos Centros de Ciencias Forenses en Cuenca, Esmeraldas, Nueva Loja, Machala y Loja. El presupuesto es de USD 25 millones que incluye a los ya construidos.