No ha sido una semana positiva, en la extensión de la palabra. Buena parte estuvo dedicada a la bronca entre los muchachos rebeldes de Alianza País y el Fiscal. Luego se dañó el avance de la “hecha de a buenas” con los vecinos del norte. Los banqueros y el ministro Borja disputaron quién hace más daño a la dolarización. El Consejo de Participación Ciudadana –la nueva niña bonita, tan admirada por los círculos oficiales- fue recibida fríamente por la oposición y la prensa. La Comisión Especialísima de Comunicación volvió a debates superados. Se enojó el Corcho y pidió a sus amigos que no sean repetitivos e inoportunos. El estilo Bucaram subió a la Corte Constitucional. El Quito y la Liga se volvieron a pelear. Reapareció el Ñaño Fabricio. Hubo también algunos consuelos. El Presidente se dio el gusto de asistir a una sesión solemne de la Universidad Central. Su encuestadora favorita le informó que había subido algunos puntos y vuelto a sus niveles de aceptación. Ganó, por fin, el Emelec. La pelea es peleando a tiempo completo.
China dio el primer golpe de la semana. Finalmente, doña Elsa anunció que falló el préstamo por más de 1.600 millones de dólares para Coca Codo Sinclair. Toda una República Popular China, gobernada por el Partido Comunista, planteó condiciones inaceptables para un gobierno socialista y revolucionario. El problema, al parecer, es que ha brotado un Eximbank en pleno Beiging y se sospecha que influyen los pelucones –millonarios- que se pavonean en ese inmenso país.
Una delegación de la especialísima Comisión de Comunicación debatió en Radio Democracia. La denuncia fue que por esos lares funciona el caos. El caminante César Montúfar planteó una solución: que se vaya doña Betty de la presidencia. No, caray, no. La fórmula va a suscitar más caos y Montúfar va a tener que caminar en retro. No. Los remedios están en la mano y en la lengua de la jefa de la Comisión. Cambie, doña Betty. No presente mociones sobre temas que ya fueron superados y confunden. No, pues, un Consejo de Comunicación oficialista, con dos ministros y tres representantes del super poderoso quinto poder. Haga el favor de ayudar, destacada asambleísta, y usted, Gran Jefe, no sea tan inoportuno de mandar a la prensa para que se someta a un experimento del Consejo de Participación. Los dos no le hagan tener iras al Corcho. Recuerden que hay un acuerdo para que la Ley de Comunicación tenga un marco ecuatoriano. No lo olviden.
El clásico Liga-Quito ya no se juega en la cancha. Funciona en las tribunas, con cánticos mal intencionados, y en las pantallas gigantes, con una acusación sorprendente. Herr Hitler, el jefe nazi, fue hincha de los chullas de la Plaza del Teatro. Problema que requiere un juez de causas singulares. Talvez un Fabricio, antes de que se vaya al Perú.