Un chico de 20 años, principal sospechoso del asesinato a un taxista

Agentes de la Dinased y Policía Judicial encontraron en Pisulí el arma artesanal con la que se habría matado al taxista Darío P. Foto: EL COMERCIO

Agentes de la Dinased y Policía Judicial encontraron en Pisulí el arma artesanal con la que se habría matado al taxista Darío P. Foto: EL COMERCIO

Agentes de la Dinased y Policía Judicial encontraron en Pisulí el arma artesanal con la que se habría matado al taxista Darío P. Foto: EL COMERCIO

Un disparo en la nuca cegó la vida de Darío P., un taxista de 46 años. El principal implicado del asesinato es un hombre de 20 años que ya fue detenido. La Policía desplegó un operativo para hallar el arma con la que se cometió el crimen.

Según versiones de familiares de Darío, él recogió al sospechoso en el sector de la Plaza Foch en la madrugada de este viernes 9 de octubre del 2015. Él acordó llevar al joven al sector de la parada de buses de Pisulí a cambio de USD 15.

Cuando llegaron, el implicado le pidió una llamada para hablar con su mamá. Se bajó del auto y se sentó en los asientos de atrás. Ahí saco un arma y disparó en la nuca de Darío, para luego bajarse del vehículo de servicio e irse.

El servicio de emergencia ECU-911 informó que, a las 00:45, una persona reportó que un cuerpo sin vida estaba dentro de un taxi. Tenía heridas por arma de fuego. Unidades de la Policía Nacional y una ambulancia del Cuerpo de Bomberos de Quito acudieron al sitio. 

Ahí confirmaron que una persona, presuntamente el conductor de sexo masculino, se encontraba sin signos vitales y presentaba una herida por arma de fuego en el rostro.

La Policía inició un operativo y detuvo al posible causante de la muerte. También, el ECU-911 entregó a la Fiscalía, a través de su plataforma tecnológica, las imágenes captadas por las cámaras de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) que estaban instaladas en el carro y que tendrían registrada parte de la secuencia de los hechos.

A las 13:00 de este sábado, agentes de Criminalística y de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased) hicieron un operativo para recuperar el arma. En un pasaje sin numeración, pero cercano al lugar del crimen, se halló un arma artesanal calibre .22 que será integrada al proceso.

El joven acusado habría aceptado la culpa y fue él quien acompañó a los agentes para indicarles el lugar en el que dejó el arma. El chico se dedicaba a labores de construcción y también cuidaba un niño de una vecina.

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