Redacción Sociedad
Las clínicas privadas deben reportar y atender a las personas que sean sospechosas o portadoras del virus del AH1N1, caso contrario serán suspendidas.
Esa fue la disposición que dio la Dirección de Salud de Pichincha. La medida se tomó porque la semana pasada se registraron dos casos de infectados que acudieron a centros de salud privados. Sin embargo, estas instituciones no notificaron a la dirección.
La mutación del virus
El Ministerio de Salud decidió no suspender los actos públicos masivos, pero sí se reunirán con los empresarios de negocios para que intensifiquen los cercos de prevención.
El virus tiene un tiempo de vida de dos horas al salir del organismo. Asimismo, si una persona muere el AH1N1 también, es por eso que no hay riesgo de contagio al entregar los cadáveres.
No existe una vacuna preventiva. La cepa a la que pertenece el virus muta casa seis meses.
“Estamos haciendo recorridos por los centros para decirles que atiendan. Lamentablemente hay que tomar medidas drásticas para que la gente entienda”, señaló Jorge Cueva, director provincial de Salud de Pichincha.
Los controles a las clínicas se realizan desde el jueves. Estos centros también están siendo provistos de dosis de Tamiflú.
Hasta el momento, la Clínica El Batán, ubicada en el norte de Quito, está suspendida temporalmente. El centro es acusado de no haber notificado un caso de gripe AH1N1. “Tienen hasta el lunes para demostrar que sí notificaron. Caso contrario se tomarán otras medidas”, señaló Cueva.
El incremento de muertes por la gripe causa alarma entre los ciudadanos. Álex Camacho, director del Hospital Eugenio Espejo de Quito, explicó que desde el martes se atiende a un promedio de 100 personas en un día.
Antes los controles no superaban los 10 diarios. “Es necesario que los ciudadanos acudan a otros centros de salud. Los hospitales Enrique Garcés, Pablo Arturo Suárez, Baca Ortiz y Carlos Andrade Marín también están en condiciones de atender al público”, dijo.
De acuerdo con los informes de la Sala Situacional del Ministerio de Salud Pública, hasta ayer la cifra de contagiados era de 357 casos, es decir 50 más que el jueves.
Cueva explicó que esto se debe a que el nivel de contagio es mayor. “Tenemos que aprender a vivir con el virus, estará por cerca de un año más. Ahora estamos en una etapa de mitigación. Eso significa que debemos detectar los casos más severos para suministrarles el medicamento adecuado y evitar decesos”.
Cueva señaló que quienes murieron fue porque además tenían casos de enfermedades graves como diabetes, dolencias renales, pulmonares, entre otras.
“La ciudadanía no puede bajar la guardia. Debe tomar todas las medidas para evitar los contagios. Lavarse las manos, si está con gripe no salir de la casa, usar mascarillas y alcohol”, advirtió Cueva.
Ayer se registró un nuevo infectado con la AH1N1 en Quito. Se trata de un estudiante de Medicina de la Universidad Central.
El decano de la Facultad de Medicina del centro superior, Milton Tapia, confirmó el caso. Se trata de un alumno del séptimo semestre. Según Tapia, el estudiante fue contagiado por su padre, un médico del Hospital Eugenio Espejo. Precisamente doctores de este centro lo asisten.
Una vez confirmado el hecho, las autoridades suspendieron clases en el paralelo donde estudia el alumno. También hay otros dos casos sospechosos, dijo Tapia.
Asimismo, la directora de Salud de Loja, Dora Ruilova, no recibió los resultados de la prueba del AH1N1 realizada a un paciente lojano que falleció el martes por neumonía. Se preveía que el informe del Instituto Izquieta Pérez estaría listo el jueves. En Cuenca, en cambio, el paciente infectado se recupera notoriamente.