Chávez buscará un cupo olímpico

Redacción DeportesÉrika Chávez  viajó con la  determinación, casi la obligación,  de conseguir el  oro  sudamericano en los 200 metros velocidad de   los Juegos Odesur de Medellín.Andábamos buscando esa medalla para que la gente nos apoye, porque solo tengo ayuda  de mi Federación,  comenta con resignación   la  deportista  de Orellana. Para Chávez, la gente engloba al Gobierno, la empresa privada y los medios de comunicación.Desde que salí de Ecuador me dije  a mí misma   que nadie me quitaría  esa medalla, comenta la atleta, quien se entrena  desde hace siete años bajo las órdenes del cubano Nelson Gutiérrez.En  una final de fotografía, el domingo 21 de marzo, a eso de las 18:40,  Chávez logró la medalla de oro con un tiempo de 23 segundos y 71 centésimas  (23:71). Por detrás de  ella   llegaron  las brasileñas  Vanda Gomes  y Bárbara Leoncio, las favoritas. Chávez empezó  a entrenarse cuando tenía 8 años. Recuerda que a esa edad, Oliva Ferrín, una de sus mejores amigas, la motivó para  que  se uniera a la selección de  la escuela mixta Víctor Ron, en Coca.  Empezó a   competir en los torneos escolares y su primer entrenador fue   Edmundo Fernández, fallecido  hace tres años. Chávez menciona este nombre con nostalgia.Todo cambió para ella   en el 2003,  cuando arribó a Orellana  el   técnico Nelson Gutiérrez, quien tenía la misión de fomentar el deporte en esa provincia amazónica.El cubano buscó a los futuros talentos deportivos  por  todas las escuelas y colegios de la zona.   Al final reclutó a 20 pupilos  con quienes empezó  una  escuela de atletismo. Había buenos prospectos pero Érika se destacó desde el principio, recuerda el técnico, quien  en Cuba fue entrenador de la multicampeona mundial  Zulia Inés Calatayud.  Chávez empezó a destacarse a escala local hasta que,  en el  2006,  consiguió su primer gran triunfo internacional, en  Venezuela, con   la medalla de oro sudamericana de menores,   en los 400 m.  En el 2007 Gutiérrez pasó a entrenar a  los deportistas de Tungurahua. Chávez, para continuar con su preparación,  se mudó a Ambato, donde terminó sus estudios de bachillerato. No me podría  acostumbrar a otro entrenador. Fue duro separarme de mis padres pero   tenía que hacerlo  para lograr mis metas.  Nelson Gutiérrez y su  esposa prácticamente adoptaron a Chávez, quien tenía  17 años en ese entonces. En Ambato pasaron dos años hasta que, en el  2009, Gutiérrez  fue contratado como entrenador de Pichincha.   Una de sus  pocas  peticiones fue que  Érika Chávez  se entrenara con él. Chávez se prepara seis veces a la semana, en doble jornada, junto con los velocistas de Pichincha en la pista sintética de Los Chasquis. Chávez dejó  la carrera de Educación Física  porque sentía que no tenía   la paciencia ni la vocación para enseñar.  Ahora  quiere  estudiar Auditoría. Está a 26 centésimas  de  clasificarse a las Olimpiadas y no será difícil para ella.  Pero  necesita más   apoyo.  Érika  no cuenta con un  deportólogo y tiene que dejar de competir en el exterior por falta de  recursos, concluye Gutiérrez.Chávez buscará hasta el 2011 la marca para los Juegos de Londres. Hasta entonces, espera reunir el apoyo financiero que le permita cumplir esta meta.

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