La V Cumbre concluye el miércoles 25 de enero, luego de la aprobación de la Declaración Política de Punta Cana. Foto: AFP
La V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Celac arrancó, el miércoles 25 de enero, transformada en una virtual reunión de gobernantes del eje bolivariano en la localidad dominicana de Punta Cana.
Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Ecuador, Rafael Correa; Bolivia, Evo Morales; Cuba, Raúl Castro; Nicaragua, Daniel Ortega; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y R.Dominicana, Danilo Medina, como anfitrión, son los únicos gobernantes latinoamericanos presentes.
A estos hay que sumar a los gobernantes o cancilleres caribeños, la mayoría miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), promovida por el régimen chavista, vigente en Venezuela.
La ausencia anunciada en cadena, por motivos de agenda interna de la mayoría de presidentes latinoamericanos, ensombrece a la Celac como el mecanismo regional de concertación política que pretende ser.
Los presidentes latinoamericanos ausentes son el de Argentina, Mauricio Macri; Perú, Pedro Pablo Kuczynski; Brasil, Michel Temer; Uruguay; Tabaré Vázquez; Paraguay, Horacio Cartes; Chile, Michelle Bachelet; Colombia, Juan Manuel Santos; México, Enrique Peña Nieto; Panamá, Juan Carlos Varela; Costa Rica, Luis Guillermo Solís; Guatemala,Jimmy Morales; y Honduras, Juan Orlando Hernández.
La de Punta Cana es la cumbre de la Celac que, desde su fundación en 2011, menos gobernantes ha conseguido reunir, y alcanza este deslucido récord paradójicamente en un momento de cambio político mundial y especial incertidumbre para Latinoamérica tras la reciente llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU.
La Declaración Política de Punta Cana tiene muy pocos aspectos nuevos en relación a los documentos aprobados al final de las anteriores cumbres de la Celac, como por ejemplo, la falta de referencia alguna concreta al nuevo escenario mundial y la posición de la Celac tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estaos Unidos.
El documento hace una breve referencia a su oposición a criminalizar la migración irregular, que puede entenderse que ha sido suscitada por las amenazas de Trump al respecto. En el documento tampoco hay una referencia a la delicada situación que afronta México ante las posiciones adoptadas por el nuevo presidente estadounidense.