Evo Morales estuvo en Caracas, el sábado 5, para recordar el tercer aniversario de la muerte del presidente venezolano, Hugo Chávez. Foto: AFP
El periodista Carlos Valverde ha abierto la Caja de Pandora en Bolivia. Y, de paso, ha dado inicio a una suerte de telenovela cargada de intriga, suspense, tensiones y acción, a la que -día a día- se agregan nuevos capítulos. Y, lógicamente, la trama tiene repercusiones en las redes sociales.
A inicios de febrero pasado, en el conocido espacio ‘Todo por Hoy’, que emite el canal Activa TV, Valverde hizo una fuerte denuncia, que salpicaba directamente al presidente Evo Morales. En síntesis, habló de un presunto tráfico de influencias. Y también mencionó el nombre de la protagonista: Gabriela Zapata Montaño.
En los episodios posteriores, Bolivia se enteró quién era Zapata Montaño. Se trataba nada menos que la examante del primer Presidente indígena del país del Altiplano y que tenía acceso a los círculos de poder.
Ella, además, se desempeñaba como gerenta comercial de la empresa China Camc Engeenering Co. Ltd., que fue favorecida con contratos gubernamentales por más de USD 500 millones sin una licitación de por medio.
La ‘telenovela’ no culminó ahí. También se supo que Zapata y Morales tuvieron un hijo, que el Mandatario señaló que había fallecido poco después de nacer. No obstante, la versión de la muerte del menor fue desmentida días atrás por la familia de la mujer.
Morales también había dicho que se separó de Zapata siete años atrás, pero en unas imágenes del Carnaval de Oruro 2015 aparecen juntos.
El niño, que tiene entre 8 y 9 años, será presentado a la opinión pública en un día aún por definir, según afirmó la familia de Zapata. Esta sigue detenida por orden de la Fiscalía boliviana, que le presentó cargos de enriquecimiento y legitimación de ganancias ilícitas.
El anuncio alrededor del niño no ha hecho más que aumentar la expectativa de un caso al que la oposición se refiere como tráfico de influencias, que debe ser indagado a fondo y que pudiera tener efectos legales.
Mientras se espera la aparición del hijo del exdirigente cocalero, el Gobierno boliviano ha tratado de atenuar los efectos del ‘culebrón’, al que se atribuye en gran medida la derrota electoral en la consulta popular del pasado 21 de febrero. Ese día, los bolivianos dijeron No a la intención de Morales -quien está en el poder desde el 2006- de buscar una nueva reelección.
El Ejecutivo de La Paz denunció que la detenida expareja de Morales usaba como carta de presentación ante empresarios la partida de nacimiento del hijo de ambos, en su condición de gerenta comercial de la firma china que representaba.
“Hay pruebas que con ese certificado (de nacimiento) se presentaba ante empresarios en Santa Cruz, en La Paz también, y (en) algunas empresas estatales”, afirmó el ministro de Defensa, Reymi Ferreira. Este, en los últimos días asumió la vocería de esta polémica que ha golpeado la imagen del gobernante.
Mientras tanto, se esperan más episodios del ‘teleserial’.