La decoración interior se caracteriza por la amplitud espacial y el color del mobiliario. Foto: Jenny Navarro/EL COMERCIO
Las viviendas fabricadas con materiales alternativos como el adobe, el bahareque o el tapial pueden sumar la estética a su características constructivas como el aislamiento térmico y acústico, la facilidad de obtención del material o las bondades ecológicas que poseen.
Un ejemplo es un taller de costura que la suiza Verena Spori levantó en una terreno ubicado en Tumbaco.
Esta mujer emprendedora contó con el apoyo técnico del arquitecto Fernando Hinojosa. Juntos levantaron una vivienda-taller de sistema mixto (bambú, tapial y bahareque), cuyos objetivos fueron dos: servir como residencia y, además, funcionar como un taller de costura de buena gama.
“La obra está desarrollada en la visión del paisaje y del clima, por lo que el adobe y el tapial se prestan mucho para ello.
Encontramos unas construcciones en mal estado y todos pensaron que las íbamos a tumbar.
Pero con mucha creatividad y la apertura de Verena se logró una obra importante desde el punto de vista del detalle”, afirma este arquitecto especialista en técnicas andinas.
Los sistemas estructurales de la casa residencia y de la casa taller son de madera y paredes soportantes. Los pies derechos (columnas) y las vigas de amarre (solera) son de eucalipto. Las cubiertas tienen una estructura de vigas de eucalipto, bambú picado y teja asfáltica.
“Aquí me siento a mis anchas. Haga frío o calor, en el interior siempre hay una temperatura agradable (18°C) promedio”, explica Verena Spori.