‘La casa’ reflexionó sobre la feminidad

Redacción Cultura

El universo femenino es planteado desde el encierro por tres personajes en  ‘La casa’ . La obra de Teatro del Barrio se presentó en el Variedades, el martes y el miércoles.

Juan Manuel Valencia dirige la puesta en escena, que se estructuró desde los lineamientos de la creación colectiva. El elenco de la pieza está conformado por Madeleine Loayza, Pilar Vásconez  y Adela de Labastida.

Toda la obra gira alrededor del papel de la mujer en la sociedad, un papel que en la pieza se muestra   dispuesto por quienes poseen el poder. Mediante el diálogo, las reflexiones ahondan en la maternidad, las labores y los pensamientos “de un género expropiado de su cuerpo”.
   
Si bien, la intensidad de las interpretaciones se percibe desde las butacas, el tratamiento de la temática cae en el lugar común. Sobre el escenario, la mujer es víctima de los hechos,  se  la presenta con tono lastimero y desde el complejo de inferioridad.

El encierro se sugiere mediante una estructura simbólica (la casa), cuyos muros son tiras largas de elástico y restringen los desplazamientos de los personajes; ellos también permanecen atados a las bases de dicha estructura. Los movimientos son coordinados y constituyen una coreografía lineal.
 
El vestuario también es simbólico e identifica a cada uno de los personajes. Tal es el caso de una burka utilizada, en los momentos iniciales, en función de la represión que busca expresarse. Así también, el desequilibrio emocional  se muestra en una de las tres mujeres, que utiliza solamente un zapato de taco, motivando una caminar oscilante.
 
En el desarrollo de la trama subyace la idea de que el ‘afuera’ no existe o fue destruido. Una radio que solo emite estática, manifiesta un  contacto  inexistente con el mundo externo.  Del exterior no se sabe nada y la constante preocupación por los asuntos íntimos impide la salida de las mujeres.  Una a una las paredes desaparecen, hasta  que un final de ruptura permite el escape... Las mujeres abandonan las tablas y desaparece la distancia entre público e intérpretes.

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