Washington. ANSA
La casa del médico personal de Michael Jackson, Conrad Murray, en Las Vegas, fue registrada ayer por agentes de la DEA, como parte de la investigación sobre las causas de la muerte del artista hace un mes.
En tanto, se espera conocer esta semana el resultado de la autopsia, las causas del fallecimiento del ‘Rey del Pop’ siguen siendo una incógnita, pero la posición de Murray, más que nunca en el centro de la investigación, parece agravarse.
Según TMZ, los agentes buscaban material, fármacos y documentos que pudieran relacionarse con la muerte de ‘Jacko’.
El lunes, la Policía de Los Ángeles estableció que fue el médico quien inyectó al cantante, un día antes de su deceso, una dosis de Propofol, el medicamento que le habría provocado el paro cardíaco, según CNN.
El Propofol es un anestésico potente usado solo en los hospitales para dormir a los pacientes antes de practicarles una cirugía. Pero, al parecer, Jackson lo consumía con regularidad.
La hipótesis que barajan los investigadores, según TMZ es que Murray suministró aquel día el fármaco a Jackson y luego, en lugar de vigilarlo, se quedó dormido, sin darse cuenta de las condiciones del artista, que sufrió un paro cardíaco. Al despertarse, el médico habría tratado de reanimar al cantante, pero en vano.
La familia de Jackson pidió a la Policía que aclare el rol de Murray en las últimas horas del cantante. En tanto, el abogado de su madre Katherine dijo que está cerca un acuerdo sobre la custodia de los hijos del cantante.