Puerto Príncipe. AFP y Reuters
El primer ministro haitiano, Jean Max Bellerive, indicó ayer que son 25 000 los cadáveres recuperados por las autoridades locales, a los que ya se les dio sepultura, tras el terremoto del martes.
A la par del anuncio oficial, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, confirmó la muerte del jefe de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (Minustah), el tunecino Hedi Annabi, y de su vice, el brasileño Luiz Carlos da Costa.
Mientras tanto, anoche la Cancillería de México informó que mañana se reunirá el Consejo de Seguridad de la ONU, para discutir la coordinación de la ayuda humanitaria en la devastada Haití.
Tras el terremoto del martes, el caos reinaba ayer en Puerto Príncipe con el congestionamiento del aeropuerto y la desesperación de los haitianos quienes cortaban vías con barricadas de cadáveres.
En medio de esa reacción social, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, arribó al país en un avión que transportaba suministros de emergencia para evaluar los daños en la nación.
La catástrofe de Haití plantea a los organismos de ayuda humanitaria de la ONU problemas de una dimensión histórica nunca antes vista, según informó la portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) en Ginebra, Elisabeth Byrs.
La ayuda internacional marcha con muchas dificultades, detalló Byrs, debido a la destrucción de la infraestructura de la capital y sobre todo por la capacidad insuficiente del aeropuerto. Por ejemplo, un avión cubano con 8,4 toneladas de ayuda necesitó más de dos días para aterrizar.
El coordinador de operaciones para las Américas de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Mauricio Bustamante, confirmó que existe una “congestión gigantesca” en el aeropuerto.
En Puerto Príncipe y sus adyacencias la desesperación comenzó a dar paso a la ira de la gente que deambulaba por las calles y entre los cadáveres que se pudren al sol. Barricadas de neumáticos en llamas, escombros y al menos cuatro cuerpos sin vida bloqueaban la ruta principal entre la capital del país y Carrefour.
Los vecinos protestaban enardecidos, exigiendo la remoción de los muertos. “Ya han sacado algunos cuerpos, pero hay muchos, muchos más”, indicó el sacerdote vudú Charles Weber.
Los saqueos se volvieron violentos, cuando una turba de 1 000 personas peleó por mercancías en una calle comercial de la urbe. Ingresaron a casas y tiendas destruidas y sacaron lo que pudieron. Los funcionarios de la ONU advirtieron que no pueden extender sus operaciones a las zonas circundantes de la capital, hasta que no se les garantice seguridad.
Mientras tanto, centran su operación en el centro de la capital.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirmó que son decenas de miles quienes desde hace cuatro días viven a la intemperie en Puerto Príncipe. Tienen hambre, sed y miedo, ya que hay saqueadores armados con machetes y no tienen adónde ir.