En una de las mesas del cangrejal Hlhal de Sauces 9, en el norte de Guayaquil, Vanesa Suárez y Mercy Álvarez trituraban las patas de cinco cangrejos. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Eran las 17:48 de del pasado sábado 16 de septiembre de 2017. En una de las mesas del cangrejal Hlhal de Sauces 9, en el norte de Guayaquil, Vanesa Suárez y Mercy Álvarez trituraban las patas de cinco cangrejos. Volvieron a degustarlos después de un mes de la veda establecida entre agosto y septiembre, por la muda del caparazón de este apetecido crustáceo.
“Ya hacía falta comer luego de un mes. Y lo bueno es que son de patitas gordas”, dijo Suárez, que acompañó sus cangrejos con arroz, salsa y ají.
Mercy Apuntes es la propietaria de Hlhal. Para este primer fin de semana luego de la veda, compró 15 planchas de cangrejo. Cada una tenía 88 unidades y las adquirió a un costo de USD 120. “El primer fin de semana, como la gente está desesperada por comprar, la venta es buena”.
En este local venden cinco cangrejos de tamaño regular por USD 10. Si son más grandes, el precio es de USD 14 por cuatro cangrejos. El costo se modifica según la cantidad y porte que desea el cliente, y se sirven con salsa y maduro.
A menos de 500 metros está el cangrejal Marthita 1, que lleva el nombre en alusión a su propietaria, Martha Vilaña. Ella fue más prudente al momento de abastecerse del producto. “El primer día luego de la veda la gente no acude mucho, porque piensa que todavía está tiernito”.
Los esposos Elsy Paredes y Jhony Luque acudieron anoche en compañía de su hija al cangrejal de Vilaña. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Vilaña compra los cangrejos en el mercado Caraguay, en el sur de la ciudad, entre las 11:00 y las 15:00, horario en que llegan los capturadores en sus lanchas para vender el producto. “Compré 10 planchas por USD 150 cada una. Yo suelo comprar 15 o 20, normalmente”, contó.
Mariano Parrales vende cangrejos en el mercado Caraguay. Cuenta que cuando llegaron las primeras embarcaciones, la plancha de 48 cangrejos se vendía hasta en USD 70 al público. Pero con el paso de las horas los precios bajaron. “Después se vendía entre USD 35 y 45 la plancha”. Sin embargo, dijo, en este primer fin de semana no hubo mucha venta.
Israel Tomalá, otro de los vendedores, explicó que algunos clientes prefieren esperar unos días para acercarse a comprar. “En los primeros quince días luego de la veda la venta no es tan grande, porque la gente piensa que todavía el cangrejo está tierno”, comenta.
En ese mercado se ofrecen tres tipos de plancha según el tamaño del cangrejo. Sin son pequeños cuestan USD 40, si son medianos, USD 45; y si son grandes, entre USD 50 y 60. Todas están formadas por 52 unidades.
“De aquí hasta fines de septiembre vendemos cinco planchas diarias. En octubre se venden entre 10 y 15”, contó Tomalá.
Los esposos Elsy Paredes y Jhony Luque acudieron anoche en compañía de su hija al cangrejal de Vilaña. Se consideran ‘cangrejeros’ y estaban ansiosos porque termine la veda.
“Al mes comemos tres o cuatro veces cangrejos”, dijo Paredes. Su esposo, en cambio, destacó la versatilidad del crustáceo. “No hay nada como el cangrejo. Se lo puede mezclar con arroz, con una ensalada… Como sea, siempre combina bien”.