El cáncer es una enfermedad en la que las células del cuerpo pierden el control. Hay un crecimiento exagerado de ellas y aparece un nuevo tejido que compite con el normal y eventualmente termina destruyendo el área en donde se localiza. Incluso tiene la capacidad para invadir tejidos cercanos. Las células de este tumor primario pueden desprenderse y, a través de la corriente sanguínea, depositarse en otros órganos, como hígado, riñones, cerebro, etc.
Tenga en cuenta
A partir de los 60 años el riesgo de cáncer aumenta. Eso no quiere decir que no haya niños con este problema.
El 90% de los cánceres es curable, siempre y cuando haya un diagnóstico temprano de la enfermedad y un tratamiento oportuno.
Todo inicia con la alteración de un gen. Los motivos de su mutación son diversos. La herencia puede ser la causa en el cáncer de seno. La exposición de las células a ciertas sustancias, como los derivados de petróleo, también es un riesgo. Se conoce que hay pacientes sometidos a radiación que generaron cáncer de tiroides. Al asbesto se lo relaciona con el cáncer de pulmón. Incluso la dieta puede ser un desencadenante.
Últimamente se relaciona a la obesidad con cierto tipo de cáncer.
El impacto de este padecimiento en el individuo es que destruye el hígado o el órgano en el cual aparece. Por ejemplo, en el caso del hígado, las células malignas reemplazan al tejido de este órgano y no cumplen sus funciones. Entonces, el paciente muere prácticamente sin hígado. Lo mismo ocurre en los huesos. Hay un problema de invasión y pierden sus características, por lo que se puede romper fácilmente. En el caso del cerebro, como hay un crecimiento desmesurado, la masa oprime al cerebro y el paciente muere.
Un tumor maligno puede tomar meses o años en desarrollarse. Algunos crecen más rápido que otros. Cuando estos se vuelven clínicamente evidentes aparecen los síntomas. Estos dependen del tipo de cáncer.
Así, cuando se trata de problemas en el seno se puede visualizar una bola en este lugar. En el caso de una leucemia, el paciente puede presentar problemas de sangrado. En el hueso y en la cabeza lo más evidente va a ser el dolor.
Si se trata de un cáncer de piel, puede verse una mancha café. Si la afectación es en el estómago, el enfermo puede tener sangrado o deposición negra. Si el afectado es el hígado, la alerta se da por el dolor y el color amarillo de la piel.
José María Aguirre, director del grupo oncológico del Hospital Metropolitano. 226 9030.