En la Terminal Terrestre de Guayaquil avanzan los trabajos de remodelación y reconstrucción de las rampas que utilizan los buses para la salida desde los andenes. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Durante los próximos 30 días los usuarios de buses que salen desde la Terminal terrestre Jaime Roldós Aguilera de Guayaquil deberán embarcarse en lugares diferentes a los habituales. Por lo cual deberán con tiempo organizar su salida a sus lugares de destino.
El cambio temporal se debe a la fase final de los trabajos de reparación y ampliación de las rampas de acceso a los andenes de los pisos superiores de la terminal que fue inaugurada en octubre de 1985.
Desde las 00:00 de este lunes 17 de agosto del 2015 las cooperativas que operan desde los andenes del nivel 1 de las instalaciones utilizarán, para el embarque de salida de pasajeros, los andenes de llegada de la planta baja.
Y a partir de las 00:00 del 1 de septiembre al 17 del mismo mes, los buses de las 37 cooperativas de transporte intercantonal e interprovincial que atienen en el nivel dos, despacharán a sus clientes desde los andenes del nivel 1. Previamente, entre el 17 de agosto y 1 de septiembre, estas empresas de transportación seguirán atendiendo en su mismo nivel.
Durante este tiempo, los buses que arriben a esas instalaciones lo harán en el área de estacionamiento junto a la terminal de carga, donde se han habilitado 16 andenes de desembarque.
Klider Campos, director de operaciones y seguridad de la terminal, dijo que durante este fin de semana se instalaría señalética de información para los pasajeros y que, incluso, durante el mes de los trabajos, se reforzará el personal para que brinde información a los usuarios. Pero, del mismo modo, recomendó a los usuarios llegar con un poco más de anticipación a la hora de salida de sus buses para evitar contratiempos.
La terminal terrestre de Guayaquil, que además es un gran centro comercial con 253 locales, recibe a diario un promedio de 150 000 personas de los cuales por lo menos 65 000 son viajeros de las 88 cooperativas que tienen sus oficinas allí.
Interior del Terminal Terrestre de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Eduardo Salgado, gerente general de la Fundación Terminal Terrestre de Guayaquil administradora de dichas instalaciones, dijo que dichas rampas se vinieron a intervenir luego de siete años de haber sido remodelada la terminal.
Los trabajos serán entregados a fines de septiembre próximo por parte del Consorcio Terminal Terrestre Mediar, contratista.
La obra es ejecutada a un costo cercano a los USD 3,7 millones y comprende remodelación, reforzamiento y modernización de dicha infraestructura. Los trabajos se contrataron luego de una consultoría técnica que determinó los aspectos de la intervención y la necesidad de la remodelación.
Las paredes de hormigón que hay en los costados, y que ejercían presión sobre las rampas, fueron derrocadas. Son reemplazadas por una doble baranda de metal lo que aliviana el peso de la estructura.
Además, según Salgado, los muros se están revistiendo de acero y metal para solidificarlos y evitar la vibración por el paso constante de los buses.
Por dichas rampas circulan a diario unos 3 000 buses (un millón por año), de 88 cooperativas intercantonales, interprovinciales e internacionales y que transportan unos 65 000 pasajeros diarios.