Ciudadanos y comerciantes informales se movilizaron ayer por la calle Venezuela (centro) sin respetar la distancia. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Las parroquias de Chillogallo, Guamaní y La Magdalena, en el sur de Quito, Belisario Quevedo, en el centro-norte, y el Centro Histórico concentran la mayor cantidad de casos de covid-19 desde que se inició la cuarentena en la urbe.
De los 6 049 casos positivos que tiene el Distrito, Chillogallo encabeza la lista con 459 contagios (7,4%). Le sigue Guamaní, con 411 (6,6%). Pero tras 23 días de semáforo amarillo se registran otros sectores que tenían pocos casos durante el confinamiento y ahora muestran un crecimiento significativo.
En este grupo, por ejemplo, están Solanda, Puengasí, San Juan, Mariscal Sucre. En los últimos días de la cuarentena, el contagio en Solanda creció un 49%, al pasar de 49 a 64 infectados, pero ahora casi se han duplicado los contagios.
En el centro, San Juan registraba 65 casos cuando las autoridades decidieron pasar a color amarillo y desde entonces el número de pacientes escaló a 120. En tanto, Puengasí está por alcanzar un centenar de casos.
En estos sectores y en otros como Cotocollao, Calderón, Quitumbe, Conocoto o Comité del Pueblo son comunes las aglomeraciones; hay mayor movimiento y ventas informales en las calles céntricas.
Por las pantallas de los operadores del servicio de seguridad ECU-911 se observa a cientos de personas caminando en la intersección de las avenidas Mariscal Sucre y Ajaví, en el sur. La mayoría no respeta los distanciamientos. XXx
A las 11:00 de este jueves 25 de junio del 2020, en cada fotograma aparecían las distancias entre cada peatón y se monitoreaba que se cumpliesen las disposiciones del semáforo amarillo en la emergencia.
Esa tecnología forma parte de la plataforma tecnológica Distancia 2, con la que se aprovecha la infraestructura de videovigilancia para evitar la propagación del covid-19.
Funciona dentro de un plan piloto que primero se aplicará en el cantón Rumiñahui y en las 1 000 cámaras que operan en el Distrito Metropolitano.
Luego se extenderá progresivamente a los 5 800 dispositivos de filmación que funcionan a escala nacional. La instalación se realizará en tres etapas en un periodo de 30 días. La primera comenzó ayer y en la segunda se trabajará con las playas del eje costero. La tercera será una intervención en el transporte público.
El sistema funciona en pantallas. En una se ve a las personas que ocupan los espacios públicos y se determina si cumplen los distanciamientos. En otro monitor se muestran las estadísticas. Al mismo tiempo se emplean mapas de calor, tableros de control y coordenadas con las que se cuantifican los niveles de inobservancia de la norma.
Con esa información -dice Juan Zapata, director del ECU911- se alerta al público que se ubica en las zonas donde hay aglomeraciones a través del sistema de perifoneo, con el mensaje: “Atención, se observa incumplimiento del distanciamiento social en este sector, su salud está en riesgo, respete la distancia de dos metros”.
Si en el sitio no se cuenta con esa tecnología de altavoces, se enviará a los equipos que controlan el espacio público para pedir a la gente, a través de megáfonos, que cumpla la norma.
La información registrada por los equipos electrónicos será anónima y confidencial, no cuenta con sistema de identificador facial. Se respetará la privacidad de los ciudadanos porque la herramienta no guarda datos personales.
Nuevas disposiciones
Como parte de este proyecto, también se implementará un plan piloto para retomar poco a poco las actividades en las playas del país. “Nos permitirá hacerlo en julio (…) Si identificamos que no se respetan los distanciamientos se lanzará una primera alerta. Si no se corrige, se pedirá la evacuación” informó ayer la ministra de Gobierno, María Paula Romo.
Precisó que en el próximo mes cambiarán algunas reglas del semáforo a escala nacional, para ir recuperando las actividades paulatinamente. Una es la vuelta de los funcionarios públicos a sus actividades de forma presencial y con el 50% de aforo, “con una planificación por sectores y estamos solicitando a las instituciones públicas que lo hagan con horarios diferenciados”.
Se revisará la situación del transporte interprovincial la próxima semana. La prohibición general, incluido Quito, se terminará el 1 de julio y de ahí el COE cantonal decidirá en qué momento se activan las terminales. En lo que se relaciona con el cambio de semáforo en museos, zoológicos, sitios arqueológicos y actividades al aire libre, la Ministra informó que la próxima semana se tomarán decisiones.