Los ladrones aprovechan los días con una alta concentración de personas para robar en la calle Chile. Foto: Érika Guarachi/ EL COMERCIO
La calle Chile es uno de los pasos más utilizados para conectar La Marín con el Centro Histórico. Son ocho cuadras las que se deben subir desde La Marín hasta el Centro Comercial Hermano Miguel. En este trayecto las transeúntes han identificado dos puntos en los que, comentan, se ha concentrado la delincuencia.
Los sábados son días con una alta concentración de personas por compras, paseo y ocio. Estas características que reúne el Centro Histórico llaman la atención de los visitantes que provienen de distintas partes de la ciudad.
María Chanatasig, de 39 años, visita una vez al mes el Centro Histórico para hacer compras. Para Chanatasig, el sector de La Marín es uno de los focos más evidentes de la delincuencia, en este lugar afirmó ha visto que arranchan las bolsas de las compras y las carteras. Explicó que se debe a la gran acumulación de personas que esperan para tomar un bus y en esa espera es cuando aprovechan los ladrones para actuar.
Victoria Céspedes, de 28 años, coincide que en este punto se evidencia asaltos a diario. “Nadie hace nada cuando a alguien le roban, todos hacen como si no hubiera sucedido nada”, sostuvo. Contó que cuando hay mucha gente que se sube a los buses, los ladrones les meten la mano a los bolsillos para sacarles objetos personales.
Chanatasig pidió que se hagan controles y que personal policial se encuentre permanentemente en la zona, en especial por las noches, cuando el problema, afirmó, empeora.
A medida que se recorre la calle Chile hacia la calle García Moreno, los transeúntes identifican como un lugar seguro la Plaza Grande. En este sector altamente turístico la presencia de agentes y policía metropolitana, este sábado, era evidente. Los turistas sacaban sus cámaras de fotos, los jóvenes y adultos sus celulares para hablar y fotografiarse.
Sin embargo, este panorama a medida que se empieza a subir hacia las calles Cuenca e Imbabura, cambia. No se observa a las personas hablar por celular mientras caminan, o hacer fotos, más bien se observa un caminar rápido por estas intersecciones de la Chile.
La razón, explican los peatones, es que las cercanías de los Centros Comerciales del Ahorro se han convertido en otro foco de inseguridad. Amparo Almache, de 30 años, compra los fines de semana en el Centro Histórico. Para ella las puertas de ingreso y salida de estos centros son apetecidas por los ‘arranchadores’. Ha visto en algunas ocasiones que “pasan empujando” y es ese momento en el que aprovechan para tomar las pertenencias.
Durante el recorrido de la calle Chile se observó la presencia de Policía Metropolitana y de Tránsito, en especial en la Plaza Grande.