Algunos palestinos consideran una traición, la asistencia del presidente de Palestina Mahmud Abbas al funeral de Shimon Peres, por la violencia en su territorio por parte de Israel. Foto: EFE
Buena parte de la calle palestina rechazó la presencia hoy 30 de septiembre del 2016 de su presidente, Mahmud Abás, en el entierro del expresidente israelí Simón Peres, al que, a pesar de su imagen internacional en pro de la paz, muchos palestinos consideran un enemigo e impulsor de las colonias en territorio ocupado.
“Existe infinita molestia. Esto es humillante. El sentimiento general, entre la mayoría de los palestinos, incluidos líderes políticos de su propio partido, Al Fatah, es de frustración”, dijo a Efe una fuente oficial palestina que pidió no ser identificada.
Según esta, “los palestinos siempre han entendido cuándo es necesario estar con los israelíes. (Yaser) Arafat lo hacía todo el tiempo. Pero Peres es un símbolo de la impunidad israelí y nunca siquiera se disculpó por lo que hizo. Rabin si se disculpó, pero él no”.
Siab, un taxista palestino de Jerusalén de unos treinta años, declaró a Efe por su parte estar “indignado” de que Abás haya acudido hoy a dar el último adiós a Peres, un viaje para el que, además, ha tenido que solicitar permiso de Israel y coordinación con su Ejército.
“Si hubiera venido a pedir el establecimiento de un Estado palestino libre con Jerusalén Este como capital, lo entenderíamos, pero venir a honrar a un asesino no es respetable”, sentenció.
Según la fuente oficial, “la figura de Peres es más rechazada en la calle palestina que muchos de los políticos de la derecha, simplemente por su hipocresía”, ya que “hablaba de paz en Occidente mientras apoyaba la expansión de las colonias en territorio palestino”.
Thabit Abu al Ros, residente en Ramala de 38 años, señaló sobre el deceso que espera que “una vez muerto el criminal, se acaben los crímenes”.
También en esa ciudad Cisjordana, sede del gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que preside Abás, Ismael Ziade, de 36 años, señaló que “es muy triste que todos los líderes del mundo que piden democracia y humanidad asistan al funeral del asesino, que ordenó la matanza de 106 personas en Qana (sur del Líbano), construyó un reactor nuclear, robó tierras y desplazó forzosamente al pueblo palestino”.
Otros mostraban su desprecio con la indiferencia, como Shafika Mansour, periodista de unos veinte años, que declaraba “no importarle su muerte”, ya que no logró la paz entre israelíes y palestinos.
“Vivo o muerto, cometió muchos crímenes contra el pueblo palestino, así que me da igual su fallecimiento”, señala en el mismo sentido Asil Al Saslehi, de 19 años.
En Gaza, Husein Abu Jabal dice que, “a pesar de hacer llamamientos hacia la paz y ser un líder moderado, es conocido que mató a muchos palestinos”.
Para el movimiento islamista Hamás, que gobierna en la franja palestina y enfrentado desde hace una década a Al Fatah, la presencia de Abás hoy en las exequias a Peres “es un hecho despreciable humillante y una desgracia en su frente”, señaló el portavoz Fawzi Barhum.
Las redes sociales se llenaron hoy de críticas a Abás, e incluso de fotos y memes que le ridiculizaban y le acusaban de ser un traidor a su pueblo.
“Cómo pueden los palestinos, cuya lucha personifica la dignidad, producir alguien tan abyecto y sin respeto propio como Mahmud Abás?”, se preguntaba el cofundador del medio digital Electronic Intifada, Ali Abunimah.
“Abás observa solemnemente mientras el mismo Ejército israelí continúa sus crímenes contra su pueblo”, denunciaba en su cuenta de Twitter durante la ceremonia, en el momento en que soldados israelíes cargaban con el féretro para depositarlo en la tumba.
Mohamed, en Jerusalén Este, señala a Efe que hoy es para los palestinos “un día de luto”, no por la despedida a Peres, sino por la “humillación” que representa para ellos la asistencia de su máximo representante.