Redacción Quito
La tarde del viernes 17, Valeria se enteró con sorpresa que su novio Marco estaba detenido en los calabozos de la Policía Judicial de Quito. La noche anterior, el joven de 21 años había estado libando con un amigo en la esquina de su casa, en el sector de El Recreo, en el sur.
Mientras bebían licor, Marco identificó a un muchacho que supuestamente le había robado y que en ese momento pasaba por el barrio. Valeria cuenta que tras desatarse una trifulca, la Policía intervino y se llevó detenido a su novio y a su amigo. “El otro tipo les acusó que mi novio y su amigo le estaban robando y la Policía lo detuvo sin averiguar más”, se queja.
Las estadísticas
Un total de 3 400 000 ecuatorianos ha probado alcohol al menos una vez en su vida, eso equivale al 16% de la población, según la tercera encuesta nacional sobre consumo de drogas.
El 87% de las personas que ha consumido alcohol al menos una vez en su vida es residente en la ciudad de Quito.
El consumo de alcohol en Quito es más frecuente en los hombres (90%), que en las mujeres (83%), según el Consep. Para Ramiro Loor, director de la Casa de la Prevención del Consep, esta es una de tantas consecuencias que conlleva el consumo de bebidas alcohólicas. “Problemas de salud, accidentes de tránsito, violencia intrafamiliar y de género son solo algunos ejemplos de los problemas colaterales del consumo de alcohol”.
La principal causa, asegura Loor, es la permisividad que existe por parte de las autoridades. “Beber en la vía pública es una contravención sancionada con prisión ante la cual debe actuar la Policía”. Tonato Menor es uno de los que conoce bien las consecuencias de beber en la calle. La mañana del lunes 20 de este mes, fue detenido en estado etílico en la plazoleta de la 24 de Mayo.
Esa no fue la primera vez que este albañil fue detenido por esta razón. En el sector el problema es frecuente, dice el subteniente Stalin Riquelme, de la Unidad de Vigilancia 24 de Mayo. “Ni siquiera los controles diarios logran frenar el expendio de licor en las cantinas clandestinas que hay”.
Solo en la noche y madrugada del último jueves la Policía detuvo a 23 personas por diferentes contravenciones. El oficial asegura que entre los detenidos existen personas que han sido detenidas en más de 10 ocasiones por consumo de alcohol. “Muchos son indigentes que no tienen dinero”.
Ese es otro de los problemas, según Loor. Él asegura que en el país no existe infraestructura, personal, ni recursos para mantener un programa de rehabilitación. La edad tampoco es un inconveniente a la hora de beber. Según el Consep, el 60% de la población realizó su primer consumo de alcohol entre los 15 y 19 años.
A la salida del Centro de Detención Provisional en la 24 de Mayo, Luz María Guamusi, amiga de Tonato, asegura que una de las causas que le llevó a la bebida fue la falta de trabajo. Sin embargo, Víctor Pilaguano, un plomero que cada mañana se sienta en una de las jardineras de la plazoleta, asegura que la falta de empleo no es justificación. “Todo depende de la voluntad y fortaleza de cada uno”.
Todos los días, hombres y mujeres se pasean entre los salones de la 24 de Mayo, San Blas, San Roque en busca de la ‘guanchaca’, una bebida de aguardiente que se vende en pequeñas botellas de plástico por USD 0,70.