12 cadáveres no identificados fueron sepultados en Santo Domingo porque sus familiares no aparecen

Cadáveres enterrados en Santo Domingo

Cadáveres enterrados en Santo Domingo

Doce cadáveres, que no fueron retirados de los cuartos fríos de la morgue, fueron enterrados en el Cementerio Central de Santo Domingo. Foto: Bolívar Velasco/EL COMERCIO

Los expertos forenses y funcionarios de la Fiscalía utilizaron mascarillas para aplacar el intenso olor que expedían los cuerpos que fueron sepultados este lunes 30 de marzo del 2015 en el cementerio central de Santo Domingo, en el occidente del Ecuador. Los 12 cadáveres estaban cubiertos con un plástico negro y cinta de embalaje. Uno a uno, fueron desembarcados en camillas desde el vehículo del Centro de Ciencias Forenses que en la mañana fue acondicionado para trasladar los cuerpos hasta el camposanto.

Esta diligencia es parte del proceso de inhumación que la Fiscalía realiza cuando por más de un año los cuerpos no se retiran de los cuartos fríos del Centro de Ciencias Forenses. La entidad señaló que el objetivo es priorizar los espacios para otros casos y ahorrar recursos. No hay cifras de cuánto se destina para el mantenimiento de cada cadáver, pero se precisó que este proceso demanda de un gasto de luz, porque se debe tener los aires acondicionados encendidos las 24 horas del día.

El sepelio masivo de hoy fue atípico a los tradicionales, pues no hubo ceremonia religiosa ni llantos de dolientes. A los forenses les tomó una hora y media sepultarlos. Es el segundo entierro masivo que se practica en la provincia tsáchila desde que fue inaugurado este centro especializado en septiembre del 2013. Ese año se sepultaron 17 cuerpos.

En el procedimiento de este lunes se consideró a nueve cadáveres de hombres y tres fetos. Según Maritza Álvares, funcionaria del centro de forense, cuatro de los cuerpos están identificados pero sus familiares decidieron no retirarlos porque alegaban no tener dinero para cubrir los gastos funerales. Incluso se habló de gestiones para que sean donados para las escuelas de medicina de las universidades bajo el consentimiento de los parientes.

Pero esto no prosperó y la Fiscalía tuvo que mantenerlos en el centro forense hasta segunda orden. De los otros ocho cuerpos no identificados se conservan restos de gotas de sangre y de sus cabellos para analizar su ADN en caso de que lo pidan sus familiares. Además, se les tomaron fotografías para que cuando una familia inicie su búsqueda puedan reconocerlos por su silueta, un tatuaje o lunares. Entre las personas sepultadas están un reo que falleció en el Centro de Rehabilitación Social Bellavista, accidentados por tránsito, por muertes naturales y asesinatos.

En lo que lleva funcionando el Centro de Ciencias Forenses solo un cuerpo fue reconocido por su familia. Era oriundo de Zaruma, provincia de El Oro, y sus hijos lo buscaron durante un año. En las lápidas de los no reconocidos se les colocó como inscripción N.N. y en las otras sus identidades, fecha de fallecimiento y del sepelio. Adicionalmente la Fiscalía dejó en el camposanto documentos con esta información. Los cuerpos reposan en nichos provisionales del bloque 1 del cementerio Emilio Stehle.

José Garófalo, administrador del cementerio, dijo que los cuerpos estarán 12 años y si no hay pedidos de familiares se los exhumará para llevarlos a nichos definitivos.

El camposanto no tiene registros de cuantos N.N yacen allí, pero se tiene datos que desde hace 22 años se hacen ese tipo de procedimientos. En el Ecuador el tema de las personas desaparecidas es una coyuntura. Existen tres organizaciones de amigos y familiares de los desaparecidos que han creado desde el 2013 para dar con el paradero de sus parientes.

El portal web http://desendor.org que se implementó para estos fines registra 51 personas desaparecidas desde 1990 hasta el 2014.

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