Un grupo de mujeres realizó un plantón en los exteriores del Ministerio de Trabajo, en el norte de Quito, para realizar una manifestación que reclama por sus derechos. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Mujeres con niños en brazos, en pareja, con amigas o solas. Así acudieron para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. La cita fue en los exteriores del Ministerio de Trabajo, ubicado en la avenida República de El Salvador, en Quito.
En ese espacio se cumplió con el ‘cacerolazo’. Baile, música, cacerolas y consignas por sus derechos fueron parte del ambiente en esta vía del norte de Quito. “¡Alerta! Que camina la lucha feminista por América Latina” fue una de las frases que corearon las chicas.
Daniela Ortega, de 19 años, acudió con su hijo de dos años en brazos. Él es su motivación para salir a esta acción. Además se movilizó porque fue víctima de violencia sexual. Cuenta que hace dos años y 11 meses, un hombre (un docente) tocó su cuerpo y pretendía ‘ir más allá’ a cambio de una calificación.
Ortega tenía 17 años y se asustó. Su primera idea fue callar. Sin embargo, se llenó de valor y puso la denuncia. Su familia le apoyó en este proceso. “Yo solo pido justicia y que esta persona no haga más daño a otras mujeres”.
Las mujeres realizaron un ‘cacerolazo’ y pedir mejores condiciones laborales. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Ese es el mensaje que quiere transmitir a su hijo. “Quiero que aprenda a respetar y a nunca callar”, explicó la joven, quien además estuvo con su madre.
En otro punto estuvo Sebastián Collantes, quien acompañó a su novia Karen Menéndez. Ambos gritaban frases en contra del maltrato a la mujer.
Menéndez, por ejemplo, mencionó que las mujeres son víctimas de abuso en las calles o en el transporte. Ella narra que, incluso, ha parado a los hombres, que le dicen piropos en el espacio público. “Es nuestro diario vivir. En buses y estaciones somos violentadas con piropos o silbidos. La idea es denunciar”.
El ‘cacerolazo’ se vivió con música. Mujeres acudieron con guitarras y micrófonos para cantar en su día.
Alejandra Pinto es una arquitecta y acudió junto con sus compañeras a esta calle del norte de Quito. Con un cartel en la mano, ella y sus acompañantes gritaban consignas en contra de la discriminación y la violencia contra las mujeres.
La manifestación también fue el espacio para protestar contra la violencia, en el Día Internacional de la Mujer. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Pinto, quien trabaja en el Colegio de Arquitectos, salió porque la sociedad aún se maneja bajo una lógica que discrimina a las mujeres en todos los espacios: en la ciudad, en los sitios de trabajo, en el sistema educativo y demás. Pese a que las cinco mujeres que laboran en el gremio profesional no sintieron resistencia por su paro, les preguntaron si van a recuperar el día. La respuesta fue simple: “No, porque es necesario que se visibilice el trabajo de las mujeres”.
Estefanía Manzano es antropóloga y pidió permiso en su trabajo para acudir al ‘cacerolazo’. Para ella, es necesario que se hagan estas acciones para visibilizarse. “El verdadero significado de este día es la ayuda a reivindicar los derechos. Hay que romper el silencio”.
El ‘cacerolazo’ comenzó cerca de las 14:00 pero no tenía fin. Según Samantha Andrade, de la Plataforma Vivas Nos Queremos, la acción se extenderá hasta “que el cuerpo aguante”.