El personal de las funerarias usa protección para evitar cualquier tipo de riesgo. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
El Municipio de Quito elaboró un plan preventivo para apoyar en la atención de fallecimientos con sospecha o con diagnóstico de covid-19.
El fin es evitar un escenario como el de Guayaquil, donde familiares de los fallecidos han debido esperar días para que los restos sean inhumados o cremados de forma digna.
Desde el 1 de abril, el Municipio forma parte del equipo de acciones exequiales que lidera el COE Nacional. Hernán Alvarado, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs), está a la cabeza de este proceso.
Explica que la ciudad está tomando acciones preventivas, para que, dado el caso, no haya demoras en el retiro de restos de hospitales ni de hogares.
Pero afirma que “bajo ningún concepto se debe alarmar a la gente, porque esperamos ocupar pocos o ninguno de estos servicios. Únicamente estamos previniendo para que no ocurra aquí lo que está pasando en Guayaquil”.
Aunque el Municipio tiene competencias para el Distrito Metropolitano, también podrá apoyar a cantones cercanos como Mejía, Pedro Moncayo, Cayambe y Rumiñahui.
La prioridad en estos casos es la cremación, por lo que se redactó un convenio marco con los cementerios y las funerarias de la urbe, incluyendo los propietarios de nueve crematorios en la ciudad.
Su capacidad alcanza para tratar 30 cadáveres por día. Entre las que tienen crematorio están la Funeraria Nacional, Jardines del Valle, Memorial, Monteolivo y La Paz.
Con estas empresas se ha coordinado la parte técnica y logística. Pero Alvarado agrega que el Municipio está tramitando permisos ambientales para contar con un crematorio adicional, que podría estar listo en alrededor de un mes.
También se dispone de 500 espacios en el columbario de Monteolivo Sur. Se priorizará la cremación y, según el funcionario, se dispone de espacio para preservar los cuerpos si los trámites y el proceso en general llegaran a tardar. El Municipio dispone de un terreno de siete hectáreas entre Monteolivo y la Casa de la Selección por si se requiere de espacio para sepulturas.
En el país murieron 71 007 personas en el 2018, en promedio 197 por día. De estas, 29 fueron en Quito, según el Registro Estadístico de Defunciones Generales 2018 del INEC.
En los últimos días subió la demanda del servicio de cremación en casos de causas distintas al covid-19, explica Jorge Terán, gerente general de Grupo La Paz. Sucedió así porque hay quienes prefieren este método antes que la sepultura, debido a que los velatorios son cortos y se permite poca gente.
Según los reportes oficiales, en Quito había hasta el mediodía de ayer cinco fallecidos por covid-19. Pero las cifras de las funerarias son distintas. Sebastián Barona, gerente de Servicios Exequiales de Grupo La Paz, dijo que han atendido 20 casos de personas con diagnóstico positivo para covid-19.
Memorial International, en cambio, sumó 25 casos entre los de covid-19 confirmado y muertes por enfermedades respiratorias. El número incluye a personas de Ibarra, Latacunga, Santo Domingo, entre otras, dice Pablo Cevallos, su presidente ejecutivo.
Esta ofrece servicio gratuito de cremación para las víctimas de la pandemia en su crematorio en el norte de Quito. Y está montando otro horno en el sur.
El Municipio espera la aprobación del COE Nacional del protocolo que propuso. Según Alvarado, la idea es agilizar el trámite para lograr llegar al sitio donde una persona con covid-19 o sospecha de ese mal falleció en máximo una hora.
Uno de los problemas detectados en Guayaquil fue la demora de los trámites. Ahora se debe reportar al ECU-911, un médico del Ministerio de Salud debe ir al lugar y determinar la causa de muerte, llenar una ficha para el INEC y el Registro Civil. Esta última emite el acta de defunción, luego se inicia el levantamiento del cadáver y el servicio exequial.
El trámite ha obligado a los familiares a salir de casa. La propuesta del Municipio es que el ECU-911 reporte directamente al equipo de la Emgirs. Se espera que con los médicos del Ministerio sea suficiente, pero, de hacer falta, el Municipio contratará otros para certificar la muerte. Y se propone levantar la ficha en línea y contar con el Registro Civil para actas, las 24 horas.
El Registro Civil tiene abierto el servicio de actas de defunción. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Todos los procedimientos requieren de estrictas medidas de bioseguridad. Según Cevallos y Terán, su personal cuenta con equipamiento para protegerse. El primero dice que la protección es igual a la de un hospital. Y el segundo cuenta que tras retirar un cuerpo, otro equipo de la funeraria desinfecta la vivienda donde ocurrió el deceso, su ingreso, ascensores, escaleras y halls.
Según el protocolo del Ministerio de Salud, la familia tendrá cinco minutos para darle a su ser querido el último adiós.
En contexto
El Municipio de Quito forma parte, desde el 1 de abril, del equipo de acciones exequiales, liderado por el COE Nacional. El plan es colaborar en la atención en casos de fallecimientos por covid-19 o sospecha del mismo, y evitar demoras en el proceso.
¿Qué hacer?
Si un ser querido fallece en casa por otra causa, reporte al médico tratante y contacte a una firma de servicios exequiales.
El médico emitirá un certificado de defunción, que luego la funeraria tramita en el Registro Civil.
El acta de defunción habilita el servicio fúnebre. Los funerales deben tener máximo 30 personas.
Su duración es de máximo tres horas, debido a las restricciones de movilidad y el toque de queda. Luego se puede sepultar.
EL COMERCIO
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