Redacción Cuenca
La situación económica se complica en el Municipio cuencano. Hay deudas y compromisos incumplidos y las quejas aumentan.
No se conoce el monto de las deudas con la banca privada, proveedores, contratistas y otras entidades que heredará la nueva administración. Pero se sabe de casos particulares. Por ejemplo, a las 21 juntas parroquiales la deuda asciende a USD 5 millones.
Actualmente, ninguna junta recibe fondos del presupuesto de 2009, pese a que por lo menos cuatro ya justificaron los gastos de 2008. Victoria del Portete y Sayausí tienen más problemas porque no reciben recursos de los últimos tres años.
Gabriel Paute, presidente de la Junta de El Valle, espera desde hace cinco meses la transferencia del 50% (USD 184 580) del presupuesto de 2009. Por ende, ninguna obra planificada se ejecuta.
Según Paute, con los recursos obtenidos por la autogestión se financian los gastos administrativos y de servicios básicos que requieren los habitantes.
El arreglo de aulas escolares, construcción de canchas y baterías sanitarias, entrega de suministros a las escuelas… deberán esperar. El director financiero del Municipio, José Guzmán, dice que las autoridades no justifican las inversiones. El reglamento determina que el desembolso del 50% se hace previo a la justificación de la inversión anterior.
El Cuerpo de Bomberos de Cuenca también tiene problemas. Por el período diciembre de 2008 y abril pasado, el Municipio adeuda USD 420 385 de la tasa que pagan los cuencanos en el Impuesto Predial. La Dirección Financiera debía transferir cada mes los recursos recaudados.
Para Oswaldo Ramírez, jefe de la entidad, antes eso se conocía como malversación de fondos. Pero hoy, según la nueva Ley de Contraloría, se determina como distracción de fondos.
Ese déficit complicó la adquisición de insumos básicos (material prehospitalario). Se generan problemas porque este año hay más emergencias por accidentes de tránsito (57 entre enero y abril). Atender una emergencia de ese tipo les demanda USD 26 por hora y por ambulancia.
A Ramírez le preocupa que pese a los reclamos y ofertas del alcalde Marcelo Cabrera, la transferencia no se concreta. Él también teme que la nueva administración primero se establezca en sus funciones y luego cumpla con las obligaciones pendientes.
La Cámara de la Construcción de Cuenca también remitió una carta al alcalde Cabrera. Allí pidió el pago de deudas a contratistas por obras concluidas hace varios meses. Su presidente, José Brito, no tiene una respuesta.
Según Javier Serrano, de la Comisión de Transición por el nuevo alcalde Paúl Granda, aún no tiene un informe completo de las deudas pendientes del Municipio y sus empresas.
La próxima semana habrá otra reunión entre las partes para entregar y analizar los informes económicos. Para Cabrera, las deudas son normales. “Cuando asumí la Alcaldía me dejaron USD 14 millones en cuentas que pagar a la banca privada y alrededor de USD 4 millones a los proveedores”. Según él, el Cabildo con USD 155 millones al año de presupuesto puede cumplir los compromisos adquiridos.
Pablo Abad, director de Planificación, asegura que también hay deudas por cobrar.
Por ejemplo, en 2009 no ha recibido ninguna transferencia del Fondo de Salvamento (USD 3 millones). “Existen algunos proyectos en ejecución que demandan los recursos necesarios”.
Para el alcalde electo, Paúl Granda, el tema económico es delicado, más aún cuando hace dos meses los nuevos concejales, en un informe, solicitaron a
Cabrera que no adjudique más obras ni comprometa recursos para evitar dejar un Municipio en crisis.
Otra acreencia
Otra deuda hay por la indemnización de USD 3 millones a la familia Moreira. La acreencia es por la expropiación de terrenos donde el Municipio levantó la
cooperativa Casas para Todos. Ya se abonaron USD 500 000.
La Unidad Municipal de Tránsito no tiene recursos para invertir en campañas educativas dirigidas a los peatones sobre la nueva Ley de Tránsito.
A la nueva administración le preocupa recibir un Municipio con exceso de empleados.