En un mismo partido el portugués demostró ‘lo mejor y lo peor de sí mismo’, destacaba la prensa, al día siguiente. Otros, como El Mundo, afirmaron que es un jugador que tiene ataques de ‘divismo’. Dos días más tarde, el martes 8 de diciembre, Cristiano volvió a lucirse con dos goles que le dieron la clasificación a su equipo a los octavos de final de la Champions League. El equipo ‘merengue’ derrotó 3-1 a Olympique de Marsella de la mano del mediático y egocéntrico jugador.