Desde marzo pasado, las líneas de buses intervalles alzaron los precios de sus tarifas, lo que generó molestia entre los usuarios. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
Para llegar al valle de Los Chillos, desde Quito, existen dos tarifas, cuya diferencia son USD 0,5 y 0,10 má s.
Las líneas Termas Turis, Libertadores y Expreso todavía mantienen sus anteriores tarifas y son las más baratas para los pasajeros.
Por ejemplo, mientras las demás cooperativas cobran USD 0,35 hasta el Centro Comercial San Luis Shopping, las tres líneas interparroquiales hacen el mismo recorrido por USD 0,25.
“Para los que tenemos que viajar a diario al Valle es un ahorro pequeño, pero valioso porque podemos cuidar la economía de la casa”, dice Lorena Bedoya, una joven madre que trabaja como vendedora en un local de ropa del centro comercial San Luis.
Para Jacqueline Escobar, quien trabaja en Píntag, hay dos líneas de buses que le llevan a su destino. La primera le cobra USD 0,45 y la segunda, la línea Expreso, cuesta USD 35.
“Yo realmente utilizo las dos, la que llegue primero, pero muchas personas prefieren ahorrar unos USD 0,10 centavos porque en un mes ya es un ahorro”, dijo.
Desde marzo pasado, las líneas de buses intervalles alzaron los precios de sus tarifas, lo que generó molestia entre los usuarios.
María Ambo, quien trabaja como cobrador de pasajes en la cooperativa Libertadores, asegura que desde entonces la línea de bus está en conversaciones con el Municipio de Quito para regular las tarifas e igualarla con el resto.
“No es una oferta desleal, pero todas las líneas deberían cobrar los mismos”, asegura.
Sobre el servicio, esperan mejoras. Por ejemplo Mauricio Fabara, quien vive en el puente 2 y va casi diario a Sangolquí, cree que los conductores deben trabajar respetando las paradas y la capacidad máxima de personas que se transporta. “Hay días que bajamos apretados y siempre quieren meter más pasajeros”.