Los peregrinos de la Virgen de El Quinche retornaron a sus hogares en 700 buses que llegaron hasta el Santuario. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
A las 11:30, de este domingo 22 de noviembre del 2015, El Quinche volvió a la normalidad luego de haber recibido a unos 600 000 fieles durante los últimos dos días.
La Romería del Quinche finalizó cerca del mediodía de hoy sin mayores novedades respecto a la movilidad. Según Julio Puga, jefe de operaciones de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) unos 750 buses de las cooperativas que prestan sus servicios en el sector, fueron los encargados de movilizar a los feligreses desde la parroquia hasta Quito.
Puga advierte que es necesario hacer una evaluación para saber el número exacto de personas que visitaron El Quinche, sin embargo, extraoficialmente se podría decir que el sábado arribaron cerca de 200 000 y el domingo unas 400 000.
El sábado, los buses cargados de romeriantes, empezaron a abandonar la parroquia a partir de las 02:00 y la labor terminó a las 09:30. El domingo, en cambio, debido a que la presencia de fieles fue mayor, el operativo de traslado de personas empezó a la 01:30 y terminó pasadas las 11:30.
El flujo de buses que se ubicaron en la E35, en la calle Guayaquil, y en la Esperanza (en la parroquia de El Quinche) fue continuo. Cada unidad tardaba unos tres minutos en ser abordada por unos 45 pasajeros y el bus era despachado. Funcionaron varias rutas. La una se dirigía al sur, la otra a la Río Coca y otra al Norte y Cusubamba. Además, hubo unidades hacia Píntag y Amaguaña.
Puga informó que durante los dos días de la Romería, participaron en el control unos 1 200 agentes de tránsito en dos turnos. El primero arrancó a las 15:00 del viernes y terminó a las 12:00 el sábado, el segundo se extendió hasta el mediodía del domingo.
Para Álvaro Chamorro, sacerdote colaborador del santuario en El Quinche, es importante no dejar morir este tipo de eventos porque son una muestra de la fe de la gente. Para él, la relación del hombre con Dios es fundamental. “La persona no es solo biología, cuerpo y razón. Eso es hacer una reduccionismo antropológico. El ser humano es una pluralidad de dimensiones y la espiritualidad es una dimensión”, señala e invita a la gente a participar los siguientes años.