Brigitte declara la guerra a la belleza fabricada con photoshop

Redacción Siete Días

Las mujeres reales tienen curvas. A más de ser el título de la película que dio a conocer a  la actriz América Ferrera (Ugly Betty) y  una verdad universal,  es el nuevo grito de guerra de Brigitte, la revista femenina más popular en Alemania.

La semana pasada, Brigitte dijo que en sus portadas solo saldrán “mujeres de verdad”: abogadas, médicas, políticas, deportistas… mujeres cuya belleza no depende de  que sean esqueléticas.

Su argumento da horror: están cansados de ‘rellenar’ con el programa de retoque digital Photoshop las fotos de las modelos de portada, cuya delgadez es extrema. Brigitte dice que se cansó de reproducir modelos que lleven a las mujeres a la anorexia o la bulimia y de engordar muslos, brazos y pechos de las profesionales.

Andreas Lebert, editor en jefe de Brigitte, y Brigitte Huber, responsable editorial, admitieron  que   la publicación recurría a Photoshop para retocar los defectos.

A partir de 2010, recoge el diario británico The Guardian, Brigitte hará castings entre mujeres de la vida real para que aparezcan en sus páginas. Nada de modelos profesionales.

Según los responsables, están respondiendo así a sus lectoras, que se quejan de no sentirse identificadas con las modelos que aparecen en ella. “Las modelos actualmente pesan un 23% menos que la media de las mujeres. Toda la industria de la moda está anoréxica”, denuncia Lebert.

Hay quienes ven en este anuncio nada más que una estrategia comercial para captar nuevas lectoras y una intención de reducir costos por salarios de modelos. Los encargados de Brigitte dicen que sus modelos ‘reales’ cobrarán lo mismo que las profesionales.

La revista de moda  quincenal circula con 720 000 ejemplares, pero su idea no fue bien recibida en el mundo de la moda. Louisa von Minckwitz, dueña de   Louisa Models en Múnich y en Hamburgo,   duda   de que las lectoras quisieran comprar una revista para contemplar mujeres corrientes: “La verdad es que las mujeres quieren ver vestidos sobre gente bella y agradable estéticamente”. Con ella coincide el modisto alemán Karl  Lagerfeld, quien dijo que las mujeres con curvas no tienen lugar en la pasarela.

Hay quienes lo ven de manera distinta: como el comienzo de la revolución a la cual llamó la editora de la edición inglesa de la revista Vogue, Alexandra Shulman, quien comenzó por pedir a las casas de moda más importante que acaben con la cultura de la ‘talla cero’.  El uso de Photoshop  no es una rareza en el mundo de la publicidad y la moda.

En Inglaterra, este año hubo un escándalo con la publicidad de la crema antirrugas de Olay.

Ahí la ex modelo Twiggy (curiosamente  la primera   modelo extremadamente delgada en hacerse famosa) aparece con un rostro perfecto. El tema es que Twiggy ya tiene 60 años y, en varias imágenes tomadas por la prensa, se nota que su rostro está lleno de arrugas. El Parlamento británico propuso prohibir cualquier clase retoque en la publicidad dirigida a menores de 15 años. Pero no pensó en las mayores de 50, decepcionadas por la distorsión.
En EE.UU. también hubo un escándalo por las fotos de la   actriz Jessica Alba  (Los 4 fantásticos) para la publicidad de Campari. Alba acababa de ser madre, pero en la publicidad aparecía con una cintura muy estrecha.

Alguien hizo circular por internet las fotografías originales de la sesión de fotos, donde se la ve sin cintura, aún con kilos de más después de haber tenido a su hija; es decir, como una mujer normal.

Los blogs photoshopdisasters.blogspot.com y  boingboing,net son los defensores del lector y consumidor y se han hecho famosos destapando  retoques.

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