Esta foto tomada el 1 de mayo de 2018 muestra a un trabajador manipulando cables en una fábrica de acero, en China. Foto: AFP
Brasil afirma que se vio forzado por Estados Unidos a escoger entre aranceles o cuotas restrictivas a las importaciones de acero y aluminio, pese a que Washington aseguró esta semana haber alcanzado un “acuerdo preliminar” con el país sudamericano sobre esta disputa comercial.
Al igual que algunos países, Brasil estaba temporalmente eximido de pagar los pesados aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio anunciados por el gobierno de Donald Trump para proteger sus industrias y negociaba desde marzo con las autoridades de EE.UU. una exención completa.
Pero el 26 de abril la administración Trump comunicó a Brasil que debía optar ineludiblemente por la imposición de aranceles o el establecimiento de cuotas máximas de importación “sin posibilidades de negociación adicional”, afirmó el Ministerio de Industria y Comercio en un comunicado divulgado el miércoles.
Según dijo a la AFP una fuente del gobierno brasileño la decisión fue recibida como un “ultimátum” de parte de las autoridades estadounidenses.
“El gobierno brasileño entiende que las negociaciones terminaron, pero sigue abierto al diálogo con las autoridades norteamericanas”, dijo el Ministerio de Industria y Comercio Exterior (MDIC) en un e-mail enviado a la AFP el jueves 3 de mayo del 2018.
El lunes, Trump firmó dos proclamaciones en las que otorgó un plazo extra a países como Argentina y Brasil para hallar “mecanismos alternativos satisfactorios” antes de que se empiecen a aplicar esas pesadas tarifas. El documento de la Casa Blanca no especifica las condiciones finales del acuerdo.
Sin embargo, Brasil entiende que “muy difícilmente” EE.UU. revertirá su decisión de imponer aranceles o cuotas a los productos brasileños, según la misma fuente gubernamental que pidió no ser identificada.
El MDIC informó que los representantes del sector de aluminio “indicaron que la alternativa menos perjudicial a sus intereses sería soportar los aranceles de 10%”, mientras que los industriales del acero optaron por la imposición de cuotas.
“Según fue informado por el gobierno de Estados Unidos, cabe ahora la definición de los detalles finales, en lo que se refiere a las cuotas o la aplicación de aranceles”, añadió el MDIC en su e-mail.
Brasil, que representa alrededor del 14% de todas las importaciones estadounidenses de acero, reclama ser exceptuado alegando la complementariedad de las cadenas productivas.
Según el gobierno, las exportaciones brasileñas no representan ninguna amenaza para la primera economía mundial, ya que “cerca del 80% de las exportaciones brasileñas de acero son de productos semi-acabados utilizados como insumo por la industria siderúrgica” de EEUU.