Borrón y cuenta nueva

¿Sabía usted que en el Nuevo Bachillerato aprobado por el Ministerio de Educación se han eliminado materias como Educación Ambiental, Historia y Geografía? La historia del Ecuador por ejemplo, será estudiada únicamente en sexto y séptimo de Básica, es decir, a los 10 y 11años del joven estudiante; la historia americana y mundial de octavo a décimo; la geografía económica del Asia, región con la cual intentamos establecer importantes relaciones comerciales, ¡será revisada cuando el joven cumple 12 años!

Resulta impactante y preocupante al límite para historiadores y docentes revisar el documento ‘Análisis de la propuesta del Nuevo Bachillerato’ presentada por el Ministerio de Educación. Fue realizado hace poco por la Universidad Andina, tras haberse hecho borrón y cuenta nueva de una labor de 15 años bajo su responsabilidad y en relación estrecha con el mismo Ministerio, denominado ‘Programa de mejoramiento del Bachillerato’ en que, de forma consensuada y aplicada, se iban ajustando las diversas propuestas en 200 colegios coparticipantes a nivel nacional, y con un equipo de expertos verdaderamente de lujo.

Los “nuevos expertos” han optado por incorporar al bachillerato aprobado, un espacio de Ciencias Sociales con 5 bloques curriculares; uno reemplazaría la Historia y la Geografía y está constituido por Biología, Antropología y Filosofía! Este nuevo campo del saber inventado por el grupo antedicho corresponde a una mescolanza de temas relativos a creencias religiosas y espirituales -cristianas, védicas, coránicas y budistas- con toques de historia precolombina americana, como la importancia del ingañán o camino real inca que, según estos “expertos” fue construido durante la Colonia y los primeros momentos de la República! Desconociendo importantes aportes de la arqueología y la etnohistoria, se vuelve a hablar del obsoleto mito quitu-cara como fundamento de la nacionalidad ecuatoriana.

¿Qué hay detrás de todo esto? Al parecer, un sesgo filosófico ligado a las formas simbólicas de Cassirer y a los principios gnósticos de la Gran Fraternidad Universal de Raynaud de la Ferriére. ¿Debo suponer que esto corresponde a las creencias particulares de algún experto? ¿Por qué no se ha pensado en formar para enfrentar conflictos, las prácticas de dominación y resistencia, o la economía extractivista? ¿Por qué no se incorporó la visión disciplinaria articulada? ¿Por qué tenemos que mamarnos los caprichos de unos pocos que sin la menor noción de práctica democrática nos impondrán el nuevo desastre curricular? Es fundamental que la revisión que hace el Ministerio tome en serio el camino recorrido. Entonces sí, la “patria será de todos”.

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