Cuando los órganos del cuerpo humano quisieron elegir Jefe, Cerebro presentó su candidatura, lo propio hizo Corazón e Hígado. Como el asunto era democrático, la M presentó su candidatura; todos se burlaron. Ante esa ofensa, la M se declaró en paro y no quiso salir por nada del mundo. A la semana, el cerebro comenzó a desvariar, el corazón a acelerar sus latidos y el hígado era una bomba. Ante tanta desgracia, no quedó más que aceptar que la M sea Jefe. Moraleja : no necesitas la brillantez del cerebro, la nobleza del corazón… para ser jefe hay que ser un M. No interesa analizar la moraleja sino ese procedimiento de M.
Eso de que el fin justifica los medios es moneda corriente, hay paros por esto, por aquello; huelga de hambre para subir sueldos, y hasta consultas populares. De pronto, un caretuco se siente apretado por la ley, escoge un método reñido con la Constitución y se lanza a pedir el “apoyo del pueblo”. Como el borreguismo acepta todo con docilidad e ignorancia, aparece un personaje revestido de todos los poderes, mandando al traste a las bases republicanas.
Esto dicen que pasa en un hermano país al oeste de Colombia’Ah, y los neopelucones, conservadores con sus bienes pero socialistas con los bienes ajenos, hacen su agosto. Ojalá jamás llegue ese sistema, ni como franquicia, a nuestro democrático y revolucionario país.