Bonil acude por segunda ocasión a la Supercom

Xavier Bonilla (der) junto a su abogado, Ramiro García, ya acudieron a la Supercom en el 2014. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.

Xavier Bonilla (der) junto a su abogado, Ramiro García, ya acudieron a la Supercom en el 2014. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.

Xavier Bonilla (der) junto a su abogado, Ramiro García, ya acudieron a la Supercom en el 2014. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.

Una segunda caricatura es objeto de escrutinio y análisis de la autoridad. Xavier Bonilla ‘Bonil’ fue citado hoy, 8 de febrero, por la Superintendencia de Comunicación (Supercom) para la audiencia en la que se debatirá sobre un dibujo suyo en el que hacía referencia al asambleísta oficialista y exfutbolista Agustín Delgado.

Es la segunda caricatura bajo la lupa de la Supercom, y es también la segunda de Bonil. Él fue sancionado en 2014 por un dibujo alusivo al allanamiento de la vivienda de Fernando Villavicencio, entonces asesor del exasambleísta Cléver Jiménez.

Sin embargo, Bonil se enfrenta al proceso de hoy casi con la seguridad de que la justicia, más que la suerte, ya está echada. Un análisis del Consejo de Regulación de la Comunicación (Cordicom) determinó que la caricatura que originó el proceso es “discriminatoria por razones socioeconómicas”, lo que al dibujante no le da mayor esperanza de librarse de una sanción.

La denuncia nació de un colectivo de 17 representantes de organizaciones afroecuatorianas. En la caricatura muestra una foto de Delgado en dos escenas. En la primera, dice: “com.. con...m... mi diii..scurso todos diccen “pobre Tin pobre Tin””, y en la segunda imagen, se muestra: “¡pero con mi sueldo de asambleísta ya nadie dice “pobretón pobretón”.

La viñeta se publicó el 5 de agosto del 2014, después de que se hiciera viral un video en el que aparece el asambleísta durante una sesión del Pleno del Legislativo. Durante su discurso, Delgado muestra dificultades para leer en voz alta.

“(La caricatura difunde) mensajes discriminatorios que denotan apología de la discriminación o incitación a la población a la realización de actos discriminatorios”, señalan los denunciantes en su escrito. Para ellos, se incumple la Ley de Comunicación en sus artículos 61 y 62, que prohíben todo tipo de discriminación.

Bonil se defiende y señala que su caricatura no fue discriminatoria. Días después de que fuera publicada, el caricaturista y el diario El Universo ya ofrecieron disculpas públicas al asambleísta Delgado por la viñeta, sin embargo meses después se comenzó a tramitar la denuncia en la Supercom.

“Vamos a ver qué argumentos presenta la otra parte. Me han acusado de algo muy grave como es la discriminación, pero no han exhibido ninguna prueba más que el informe del Cordicom, que no es más que una elucubración teórica de uno de sus funcionarios”, señala Bonilla.

La defensa de Bonil se centrará, como lo hizo en la ocasión anterior, en lo que es la caricatura. Ramiro García, uno de sus abogados, señala que se ubica entre el arte y la sátira. “No se le puede pedir a una caricatura, que justamente deforma la realidad en aras del humor, que represente esa realidad”, asegura.

Bonil acudirá hoy con sus dos abogados, García Falconí y Lenin Hurtado. La vez anterior llevó un lápiz gigante, pero ahora llevará otros utensilios.

Pero no estará acompañado solamente por sus defensores legales. A través de las redes sociales, los usuarios se han autoconvocado para asistir a la Supercom y apoyarlo. La campaña nació días atrás y utiliza los hashtag #YoSoyBonil y #MiLápizEsLibre.

Nacen en coincidencia con el ataque a la revista satírica francesa Charlie Hebdo. El caricaturista del diario El Universo fue citado originalmente para el 16 de enero, nueve días después de que ocurriera el atentado a Hebdo, pero la Supercom la pospuso para hoy. “Yo no la estoy organizando, pero he leído la convocatoria y las muestras de apoyo. Esperemos a ver qué pasa”, señala el dibujante.

El peor escenario, a criterio de García, es una sanción. El artículo 63 de la Ley de Comunicación dice que la difusión de contenidos discriminatorios amerita la disculpa pública del director del medio de comunicación por escrito a la persona afectada, la cual se publicará también en su página web y la transcripción de la disculpa pública en el mismo espacio y medio de comunicación en que se difundió el contenido discriminatorio.

Además, establece que la Supercom remitirá a la Fiscalía copias certificadas del expediente que sirvió para imponer la medida administrativa sobre actos de discriminación.

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