Bomberos fueron víctimas de piratas en el golfo de Guayaquil

Un grupo de piratas asaltó a los bomberos de Guayaquil, para robarles implementos que iban a entregar en un cuartel de la isla Puná. Foto: Cuenta Twitter Bomberos de Samborondón

Un grupo de piratas asaltó a los bomberos de Guayaquil, para robarles implementos que iban a entregar en un cuartel de la isla Puná. Foto: Cuenta Twitter Bomberos de Samborondón

Un grupo de piratas asaltó a los bomberos de Guayaquil, para robarles implementos que iban a entregar en un cuartel de la isla Puná. Foto: Cuenta Twitter Bomberos de Samborondón

Navegaban en una barcaza, rumbo a la isla Puná, en el golfo de Guayaquil. Pero cerca de las 01:00 de este sábado 9 de abril del 2016 fueron interceptados por tres lanchas piratas.

Un grupo de bomberos de Guayaquil partió desde los muelles de La Ataraza, en el norte de la ciudad, con implementos para equipar el cuartel de la Compañía No. 57 en Puná, que debía empezar a funcionar hoy.

Viajaban con electrodomésticos básicos, colchones y una montobomba, como reportó la División Especializada Fluvial. Según informó la institución, los piratas se llevaron todos los bienes que trasladaban, incluso desmantelaron la motobomba: sacaron la escalera de extensión, los radios de comunicación, las herramientas, una batería y un tanque con combustible.

“Afortunadamente no hay heridos ni desgracias que lamentar. Pese a la gran cantidad de disparos”, informó a través de su cuenta Twitter el Cuerpo de Bomberos de Samborondón.

Las huellas de los disparos quedaron marcadas en la barcaza y en la motobomba. “Hacemos extensiva nuestra solidaridad con los hermanos bomberos que sufrieron este ataque. Exigimos a las autoridades nos brinden la protección que tanto necesitamos para seguir sirviendo abnegadamente a nuestros conciudadanos”, añadió la entidad.

La Compañía Isla Puná No. 57, perteneciente a la División Especializada Fluvial, está ubicada en el sector de Puná Alta. Es la primera unidad de combate contraincendios que empezaría a funcionar en esta alejada parroquia rural de Guayaquil, ubicada a más de una hora de la ciudad a través del río Guayas.

El cuartel, en el que colaborarán cuatro bomberos rentados más personal voluntario, atenderá emergencias durante 24 horas. Sin embargo, tras el robo de sus equipos, se desconoce cuándo empezará a operar.

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