Osama Bin Laden desafió el poder “infiel” de Estados Unidos y planeó el ataque de militantes más mortífero de la historia, creando una red global de aliados para llevar adelante una “guerra santa”, diseñada para sobrevivir la muerte de su líder.
El hombre que estuvo detrás de los secuestros de aviones el 11 de septiembre del 2001, y que Estados Unidos dijo haber matado el domingo, fue la némesis del ex presidente de la primera potencia mundial George W. Bush, quien había prometido encontrarlo “vivo o muerto”.
Los dos mandatos de Bush estuvieron marcados por la llamada “guerra al terrorismo” contra la red Al Qaeda. Esta célula terrorista rebrotó en Yemen, Iraq y el norte de África, y alentó o dirigió ataques desde Bali hasta EE.UU., donde un militante nigeriano intentó derribar una aeronave sobre Detroit, el 25 de diciembre del 2009. Si bien seguía siendo la figura emblemática de Al Qaeda, Bin Laden pasó de ser el líder de un grupo que organizaba y ejecutaba ataques a un centro de propaganda que cultivaba aliados que pudieran realizar los atentados en forma independiente.
Con su larga barba gris y una expresión melancólica grabada en el rostro, Bin Laden se convirtió en una de las personas más conocidas del planeta. Su cara demacrada estaba tanto en sus videos de propaganda como en el sitio web del Gobierno estadounidense, donde se ofrecía un botín de USD 25 millones por su captura.
Washington dijo que tenía el cuerpo de Bin Laden bajo la custodia de sus fuerzas, lo que puso punto final a una de las cacerías humanas más largas de la historia, que involucró a miles de soldados estadounidenses en Afganistán y decenas de miles de efectivos pakistaníes en las montañas. Ya sea señalado como un terrorista y asesino o un reivindicador de la lucha de musulmanes en la opresión, Bin Laden cambió el curso de la historia.
Nacido en Arabia Saudita en 1957, el militante más buscado del mundo fue uno de los cerca de 50 niños que tuvo Mohamed Bin Laden, un millonario hombre de negocios que murió durante la infancia de Osama en un accidente aéreo. Su primer matrimonio, con una prima siria, fue cuando tenía 17 años, y hay reportes que indican que tendría al menos 23 hijos de cinco esposas. Integrante de una familia que hizo su fortuna en el ‘boom’ de la construcción saudita financiada con ingresos petroleros, Bin Laden fue un chico tímido y un estudiante promedio que obtuvo un título de ingeniero civil. Fue a Pakistán poco después de la invasión soviética de 1979 y recolectó fondos antes de dirigirse a la frontera afgana y desarrollar campos de entrenamiento para militantes. Ayudó a formar Al Qaeda en los días finales de la ocupación soviética.
Bin Laden condenó la presencia en Arabia Saudita de tropas estadounidenses enviadas a rechazar las fuerzas iraquíes de Kuwait, tras la invasión de 1990, y siguió convencido de que el mundo musulmán era víctima del terrorismo internacional orquestado por Estados Unidos. En el 2006 dejó en claro su determinación de no ser capturado: “Juro que no moriré de ninguna forma más que como hombre libre”.
Miles de víctimas y heridos fueron rescatados tras el atentado del 11-S en EE.UU. AFP