Los peatones caminan frente a una gran pantalla de video en Tokio (Japón) emitiendo un reportaje que muestra al líder norcoreano Kim Jong-Un, después de una prueba de misiles norcoreana que pasó sobre Japón el 15 de septiembre de 2017. Foto: AFP
El Gobierno alemán instó este viernes, 15 de septiembre, a la comunidad internacional a “elevar la presión” sobre Corea del Norte tras el último disparo de un misil, ya que Pionyang supone una “seria amenaza para la paz mundial”.
El ministro de Exteriores, Sigmar Gabriel, aseguró en un comunicado que “debemos confrontar de forma decidida y clara esta amenaza como comunidad internacional y conjuntamente elevar la presión sobre el régimen de Corea del Norte.
Por eso, prosiguió, Berlín insta a una “rápida implementación de la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y aplaude la convocatoria de una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad para hoy a mediodía”.
Pionyang actúa de forma “irresponsable” e “ilegal” con sus pruebas nucleares y de misiles balísticos, que “violan gravemente” las resoluciones del Consejo de Seguridad y el derecho internacional, agregó el titular de Exteriores, que mañana viaja a Pekín y tiene previsto mantener allí diversas reuniones.
Además, estas acciones de Corea del Norte ponen en peligro la “seguridad de sus vecinos” y el “tráfico marítimo y aéreo internacional”.
“Exijo a Corea del Norte a que se atenga a todas las resoluciones de Naciones Unidas y a detener sin excepciones todas las actividades relacionadas con los programas nucleares y de misiles de carácter ilegal”, subrayó Gabriel.
Georg Streiter, viceportavoz del Gobierno alemán, condenó por su parte el lanzamiento de un nuevo misil balístico por parte de Pyongyang y expresó la solidaridad de Berlín con Japón, ya que por segunda vez en unas semanas un misil norcoreano ha sobrevolado su espacio aéreo.
Con respecto a las sanciones, destacó la “responsabilidad especial” de los países vecinos “China y Rusia“.
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Martin Schfer, pidió además unidad a la comunidad internacional y apuntó que, en caso de que alguien quiera imponer nuevas sanciones a Pionyang, Berlín “seguramente no se opondrá”.