Redacción Guayaquil
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Los guayaquileños Alfredo Bonard y Jay Bazán se clasificaron a la final de las pruebas de esquí náutico de los Juegos Bolivarianos, en la subsede de Guayaquil.
Ellos disputarán la medalla de oro con el peruano Sebastián Harmsen, uno de los deportistas con mejor nivel en su país y también el más radical por sus piruetas en el agua.
Los entretelones
Ecuador tiene asegurada por lo menos la medalla de plata en esta disciplina ya que la final la disputarán dos deportistas nacionales y un peruano.
Con esta competencia los deportistas ecuatorianos terminan su año de certámenes. Ellos retomarán sus actividades en enero y en abril competirán en un torneo en Colombia.
De los seis países que participan en los Bolivarianos, solo Ecuador y Perú compiten en esquí náutico. Bolivia, Panamá y Venezuela no tienen equipo.Bonard se clasificó primero pese a que recién ayer volvió a competir después de una lesión en uno de sus tobillos que lo alejó del agua por más de un mes.
Bazán es una de las promesas de este deporte. Sus piruetas radicales lo han convertido en uno los favoritos para ganar la medalla de oro. Eso pese a que en su debut estuvo nervioso y eso le impidió mostrar toda su habilidad.
El mes de entrenamiento que tuvo previo a esta competencia le ayudó a perfeccionar su estilo. Desde temprana edad se sintió atraído por este deporte de alto riesgo “por la adrenalina que se siente cuando el bote alcanza su máxima velocidad y el viento sacude la piel”, según el deportista.
Un total de 12 deportistas compite en este torneo bolivariano. La Federación Ecuatoriana de este deporte, encargada de la organización, esperaba también la participación de Colombia, pero “los cafeteros se excusaron a última hora sin dar explicaciones”, explicó Jorge Malnati, presidente
del organismo.
Entre los competidores se encuentra la peruana Ivanna Cuglievan. Ella, junto con su hermana Delfina, son las mejores en este deporte en su país.
Llegó a Guayaquil la noche del viernes y la mañana del sábado ya estaba lista para competir. Sus acrobacias perfectamente elaboradas fueron aplaudidas por los más de 50 personas que acudieron a observar el torneo.
El cansancio que sentía por el viaje y por las pocas horas que durmió antes de saltar al agua no le impidieron que su piruetas reflejen su estilo “audaz, radical, perfeccionista y lleno de adrenalina”, como ella lo califica.
Ella también compite hoy y busca ganar la medalla de oro. La jornada inicia a las 10:00 en uno de los lagos de la isla Molocí, ubicada en la vía a Samborondón.