Redacción Manta
El peregrinaje para gestionar la dotación de agua potable es una constante para los habitantes de los barrios altos de Manta. Yolanda Macías vive en el barrio Abdón Calderón. “A mi casa, el agua para consumo no llega desde hace cuatro meses”, se queja.
Para ella, la única alternativa es comprar el líquido a los dueños de los tanqueros que recorren la zona. Cada 15 días paga USD 25 por el servicio.
En otras zonas
Los tanqueros también abastecen a otros cantones de la provincia de Manabí. Especialmente a las comunas de la zona rural.
En la época de sequía, los habitantes de esas zonas excavan pozos para obtener el líquido vital.
En la ciudadela Los Eléctricos, ubicada al lado derecho de la vía a San Mateo, la realidad es similar. Manuel Lucas cuenta que, desde hace seis meses, por los grifos de su casa sale solo aire.
“Hemos pedido a los funcionarios de la Empresa de Agua Potable que solucionen el problema, pero no hay resultados”.
En las nuevas urbanizaciones ubicadas a lo largo de la vía costanera también se abastecen a través de tanqueros. Jenny López vive en un conjunto habitacional privado y no pierde la esperanza de contar algún día con agua potable.
Patricio Cevallos, gerente de la Empresa de Agua Potable, aseguró que ya tiene prevista una solución. El propósito es construir un tanque reservorio, con una asignación de USD 5 400 000, entregada por el Gobierno. “Los trabajos se iniciarán la próxima semana y concluirán en ocho meses”.
El problema en los barrios situados en la zona alta de Manta se agravó porque la demanda en la parte baja creció, según Cevallos. A eso se suma el daño en dos de las cuatro bombas de la planta potabilizadora El Ceibal, ubicada en el cantón Rocafuerte.
La ciudad necesita 70 000 m³ de agua cada día. Al momento solo se bombean desde El Ceibal 60 000 m³. El déficit es de 10 000 m³.
López espera que el ofrecimiento se haga realidad. “Siempre nos han engañado”.