Así lucen las estaciones de tren en Argentina por la huelga general convocada por movimientos sindicales. Foto: EFE
Sin trenes, camiones ni vuelos de cabotaje se mantiene este jueves, 28 de agosto, Argentina en la segunda huelga nacional del año, convocada por las tres centrales obreras opositoras a la presidenta Cristina Kirchner, que paralizaron parcialmente al país sumido en una crisis económica.
La huelga empezó en la madrugada con cierre de calles y accesos a Buenos Aires por parte de sindicalistas y activistas de izquierda que también paralizaron las actividades en provincias como Córdoba (centro), Santa Fe (centro-este) y Jujuy (norte).
Los sindicatos denuncian que la inflación anual, superior al 30%, castiga sin piedad los bolsillos de los asalariados y el desempleo creció de 7,1% en el primer trimestre de este año a 7,5% en el segundo.
Las principales demandas son derogar el impuesto a las Ganancias que cada día pesa más sobre los salarios y aumentar subsidios familiares en momentos en que la economía argentina mantiene su tónica recesiva al estancarse la actividad.
Antes del mediodía los manifestantes que cortaron accesos a zonas clave, levantaron los cortes y salvo algún pequeño incidente con la policía, el ritmo del día era casi normal, con bancos privados, comercios y supermercados abiertos.
Gobierno y sindicatos polemizaron sobre el acatamiento a la huelga, ya que según los organizadores tuvo un 80% de adhesión, mientras que las autoridades estiman que un 75% de los trabajadores no detuvo sus labores.
“Si no venía a trabajar me descontaban el día, y en esta crisis hay que laburar (trabajar), si no es como atentar contra el propio bolsillo de uno“, dijo a AFP José Hernández, técnico dental que caminaba a su trabajo en la zona de Recoleta, en el corazón de la capital. La mayoría de los colegios, públicos y privados, abrieron.