En Azuay se declaró libre de minería metálica a los páramos de la provincia

Los habitantes de las parroquias y de los cantones aledaños acudieron a los páramos de Quimsacocha. Foto tomada de la cuenta Twitter de la Prefectura del Azuay

Los habitantes de las parroquias y de los cantones aledaños acudieron a los páramos de Quimsacocha. Foto tomada de la cuenta Twitter de la Prefectura del Azuay

Los habitantes de las parroquias y de los cantones aledaños acudieron a los páramos de Quimsacocha. Foto tomada de la cuenta Twitter de la Prefectura del Azuay

Más de 500 personas acudieron este sábado 22 de octubre a la sesión de la Cámara Provincial del Azuay, que se cumplió en Quimsacocha. Allí, por unanimidad, se declaró libres de minería metálica a los páramos de la provincia.

La concejala de Cuenca, Dora Ordóñez Cueva, fue quien mocionó la declaratoria de no explotación minera en Azuay. Quimsacocha se ubica 30 kilómetros al suroreste de Cuenca y se encuentra entre los 3500 y 3900 metros de altitud.

Según Lauro Sigcha, presidente de la Federación de Organizaciones Indígenas y Campesinas del Azuay (FOA), la declaratoria pretende evitar la extracción de los minerales de esa zona. "Un proyecto de mega minería ya está en Río Blanco (en Azuay) y anuncian Quimsacocha".

Por ello, sugirió estar en alerta ante la explotación minera que es una amenaza no solo para los comuneros sino para todos los ciudadanos. El pasado 11 de agosto, se inauguró el proyecto Río Blanco, denominado de mediana minería en la parroquia Molleturo del cantón Cuenca.

Río Blanco forma parte del grupo de cinco proyectos de minería a mediana y gran escala que, desde hace más de cinco años, viene promocionando el Gobierno. Los cuatro restantes son: Mirador, Fruta del Norte, Loma Larga (en Quinsacocha) y Panantza San Carlos.

Los asistentes a la sesión de la Cámara Provincial llegaron los pobladores de las parroquias aledañas a Quimsacocha, como de las parroquias Tarqui y Victoria de Portete, así como de los cantones Girón y San Fernando. También hubo personas que se trasladaron desde Cuenca.

El prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, sostuvo que con la firmeza de siempre vamos a defender el agua y la vida. Estuvo acompañado de María Cecilia Alvarado, viceprefecta y otras autoridades de la provincia.

También estuvieron los alcaldes de los cantones azuayos, entre ellos la alcaldesa de Nabón, Magaly Quezada. Ella apoyó la moción de Ordóñez y propuso mantenerse en resistencia y vigilancia en defensa de los páramos de Quimsacocha.

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