El escritorio blanco de Rinki Kumari en la sucursal del Banco de India de la aldea de Sahdeokhap, en el estado de Bihar, aparece rodeado de hombres, mujeres e incluso niños y niñas. Son beneficiarios de un proyecto oficial para ayudarlos a salir de la pobreza.
Kumari, de 20 años, no es empleada de la institución, sino que es una ‘bank mitra’ (amiga del banco), cuya tarea es ayudar a los campesinos a completar formularios para retirar o hacer depósitos, solicitar préstamos o participar en otro tipo de ‘comunicaciones empresariales’, en jerga del Banco Mundial, colaborador del proyecto Jeevika (medios de vida) de USD70 millones.
Lo que se ve en esa sucursal del Banco de India, ubicada a pocos kilómetros de Bodhgaya, donde Buda alcanzó el nirvana o la iluminación, es un ejemplo de implementación práctica del proyecto.
Jeevika, que contribuye a mejorar la situación social y económica de la población rural mediante grupos femeninos de ayuda mutua, fue lanzado por el Gobierno estadual el 2007, a través de la independiente Sociedad para el Sustento Rural de Bihar. La contribución del Banco Mundial asciende a USD 63 millones.
Bihar es uno de los estados más pobres de la India en términos de indicadores de desarrollo humano.
Cuando Jeevika termine en el 2012 habrá atendido a unas 500 000 familias en 4 000 aldeas de los distritos de Nalanda, Gaya, Khagaria, Muzaffarpur, Madhubani, Purnia, Supaul y Madhepura.
El ingreso promedio por habitante de Bihar es de USD 157 al año, un cuarto del promedio nacional, según el Banco. 89 % de sus 83 millones de habitantes son campesinos con “pocos servicios, un complejo tejido político y social, restringida participación en instituciones, limitadas oportunidades económicas y poco desarrollo de infraestructura”.
La proporción de pobres de Bihar disminuyó de 64,4 %, en 1983, a 44,3 %, en el 2006. Pero siguen siendo 36 millones de personas concentradas en hogares rurales de zonas marginadas.
Casi 2,3 millones de los pobres están muy endeudados y, además, la alimentación, la salud y la educación representan entre 25 y 30 % de sus gastos.
Jeevika ayuda a crear grupos de mujeres que colaboran para ahorrar, para aprovechar los préstamos y para emprender actividades económicas que se ajusten al funcionamiento del sistema bancario formal y lo hagan de forma competente con las entidades empresariales establecidas.
El proyecto fue diseñado para que los grupos de ayuda mutua se junten y funcionen como proveedores de servicios sociales, de entidades empresariales y sean clientes valiosos de cualquier banco, todo lo que el Gobierno no pudo hacer por ellas, dijo a Inter Press Service Vinay Kumar, consultor bancario.
IPS