Ansa y AFP
Una política urgente de solidaridad con Haití es otra de las razones que une a los presidentes de la región. En la mañana, ellos recibieron de su homólogo haitiano, René Préval, una noticia desalentadora.
Él aseguró que las víctimas por el terremoto pudieran llegar a las 300 000. Asimismo, dijo que más de un millón de sus compatriotas se encuentran en la calle y que es necesaria una ayuda inmediata.
“Estoy llamando a una gran coalición de las fuerzas que nos asisten. Por favor, ayuden a más de un millón de haitianos que todos los días duermen en las calles”, pidió Préval a su llegada al encuentro.
También dijo que la llegada de la época de lluvias complicará a los damnificados. Pero aclaró que “los haitianos enfrentarán la reconstrucción de su país con orgullo, dignidad y de pie”.
En respuesta, el presidente mexicano y anfitrión, Felipe Calderón, inició el encuentro expresando solidaridad al Mandatario haitiano y señaló que “la causa del pueblo de Haití es la causa de todos los países de la región”.
Hasta el cierre de esta edición no se conoció cómo se haría efectiva esa ayuda. En la cita se confirmó la colaboración de USD 300 millones que entregarán los países agrupados de la Unasur. Brasil anunció que emprenderá su colaboración específica con la construcción de una hidroeléctrica.