2 avenidas y 38 barrios propensos a deslizamientos en Quito

En la av. Simón Bolívar, a la altura de La Forestal, se realizaron obras para estabilizar el talud, hace cuatro años. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En la av. Simón Bolívar, a la altura de La Forestal, se realizaron obras para estabilizar el talud, hace cuatro años. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En la av. Simón Bolívar, a la altura de La Forestal, se realizaron obras para estabilizar el talud, hace cuatro años. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Cada año, el período de lluvias pone a prueba la estabilidad de taludes, quebradas y laderas en varios sectores del Distrito Metropolitano de Quito. Esto, a su vez, genera riesgo en edificaciones levantadas en estos sectores que, por lo general, tienen relación con construcción de vías.

Según la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), se ha identificado a la av. Simón Bolívar y la Interoceánica como las vías donde se pueden generar movimientos de tierras considerables. Hay antecedentes en estos sectores, especialmente en la av. Simón Bolívar, a la altura de lo que fue el barrio La Forestal IV; hace cuatro años, hubo un deslizamiento que alcanzó cinco de los seis carriles; cuatro personas fallecieron y 133 familias que vivían en la parte alta fueron reubicadas.

Como solución se hicieron varios cortes en el talud, se construyó un muro en la parte baja, a nivel de la vía y se colocó una geomembrana. En la actualidad, quien circula por este sector ve que la geomembrana está casi destruida y en pocos espacios ha sido reemplazada por arbustos y hierba.

Marvin García, distribuidor de productos de belleza y usuario frecuente de la vía, ante el estado de la geomembrana, pidió que se hagan las revisiones necesarias en el talud, para garantizar su estabilidad. Hay otra preocupación: María Untuña, moradora de La Forestal Alta recordó que las lluvias todavía afectan al barrio. Junto con otras 20 familias viven cerca a la calle Sofía, desde hace más de una década, pero no tienen alcantarillado, las calles son de tierra y las construcciones están a desnivel; cuando llueve, la calzada se erosiona.

Alejandro Larrea, gerente de la Epmmop, explicó que no se prevé colocar geomembranas en los taludes de vías y precisa que es un textil que tiene una vida útil de 15 a 20 años. Explicó que se encuentran prevenidos y dentro de las acciones está la verificación del estado de los taludes de lunes a domingo cuando se presentan lluvias en estas vías. Además, indicó, que están preparados para atender y dar respuesta en los diversos sitios; para esto, tienen 123 unidades de maquinaria pesada.

Uno de los barrios donde los moradores piden estabilización de taludes es La Libertad, en el centro oriente. El pasado jueves, vecinos utilizaron escobas y palas para recoger la tierra que se desprendió de un talud. Ese día la lluvia fue corta y no hubo tanto por limpiar. Sin embargo, en esa misma semana, hubo un deslizamiento que cubrió la calzada y las aceras. Los vecinos alquilaron una volqueta para levantar el material.

Estos hechos, inevitablemente, trajeron a la memoria de sus habitantes lo ocurrido el 2014, cuando un vehículo fue cubierto por la tierra del mismo talud. María Serrano, moradora del sector desde hace 46 años, contó que afortunadamente, estaba sin ocupantes.

La Libertad consta en el Atlas de Riesgos elaborado por el Municipio como uno de los 38 barrios con más deslizamientos y más vulnerables. Entre el 2005 y el 2014, hubo 223; siendo la zona con más afectaciones.

Larrea señala que dentro de las acciones de prevención y mitigación ante deslizamientos en taludes se están limpiando las cunetas de coronación y de vías. En dos meses se intervino en 13 000 metros lineales; en promedio, representa USD 5 por metro lineal. Es decir que para estas tareas se gastaron unos 65 000 dólares.

La prevención para evitar deslizamientos, explicó, no solo se trata de la señalización, también dijo que se está verificando que el agua fluya cuando se limpian las cunetas y de esta forma las filtraciones en el talud. También se hará la limpieza de las ramas de árboles que crecen en los taludes, ya que la humedad que generan causa desprendimientos.

Como parte del plan de prevención, para este año se incorporó un componente de vigilancia ciudadana a través de la línea 1800 24-24-24; equipos de monitoreo y la información que proporcionan 28 pluviómetros colocados en diversos sitios del Distrito.

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